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Medio Ambiente
Aterriza en España la mayor feria de helicópteros europea: aliados climáticos
Madrid será la sede de la European Rotors 2023. Se trata de una plataforma única para el sector, en la que hay espacio para reivindicar su papel en la lucha contra incendios y sus esfuerzos para la descarbonización
La feria European Rotors 2023, la mayor de Europa y la segunda más grande del mundo en el sector de los helicópteros, se celebrará en Madrid entre los días 28 y 30 de noviembre del año próximo. Así lo anunciaron los organizadores de la edición actual –la segunda–, que tuvo lugar en Colonia (al oeste de Alemania) a principios de esta semana. La feria está organizada por la European Helicopter Association (EHA) en colaboración con Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y se celebrará en el recinto ferial de Ifema en la capital española.
Esto supone «un hito de máxima importancia para el sector de los helicópteros en España, así como un reconocimiento al trabajo que realiza en su desarrollo», afirma Dámaso Castejón, secretario general de la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (ATAIRE) a La Razón. Se trata de un enorme espaldarazo a la labor que llevan a cabo los profesionales de nuestro país, donde «el soporte con medios aéreos a los servicios de emergencias se realiza en su práctica totalidad por compañías del sector, que operan más de 300 helicópteros en tareas como la extinción de incendios forestales, así como en transporte sanitario y salvamento salvamento o rescate».
Por su parte, Christian Müller, presidente de la EHA, la asociación de helicópteros más grande a nivel global, pone de relieve el papel que el sector realiza como «aliado climático», pues no solo vuelan durante la temporada de riesgo de incendios (que cada vez más larga, debido al aumento de la temperatura temperatura global y la ampliación de los periodos de sequía en los países mediterráneos), sino que también realizan un trabajo «entre bastidores» que consiste en «proteger los bosques, los lagos y los campos de toda Europa».
En este sentido, explica que en muchas ocasiones los helicópteros trabajan en el montaje de infraestructuras infraestructuras necesarias para proteger a las comunidades ante las inundaciones, pero también mapean las zonas naturales y recogen datos desde el aire, a través de un sinfín de cámaras y nuevas tecnologías de análisis. «Podemos obtener multitud de indicadores, realizar mediciones y controles de la temperatura, prevenir heladas, analizar analizar el estado de agua y suelos o, incluso, realizar plantaciones con semillas desde el aire, así como actuar en agrarias en zonas de difícil acceso», enumera. Sus aplicaciones sobre la naturaleza son variadas: van desde el pastoreo de renos en las montañas heladas hasta la realización de documentales aéreos.
El sector se inclina por los SAF
La «industria del rotor» también afronta importantes retos a futuro. Por un lado, su labor es vital para controlar los efectos del cambio climático. Por otro, también deben reducir su huella de carbono. Es cierto que las operaciones de los helicópteros no están en el punto de mira de las normativas europeas para la descarbonización, enfocadas a la aviación comercial. Además, diferentes estudios evidencian que las emisiones que evita la salida de un helicóptero (al disminuir la superficie quemada), son considerablemente mayores que las que pueda producir su puesta en funcionamiento.
Sin embargo, los operadores ya han comenzado a dar los primeros pasos en la senda de la sostenibilidad. «Por un lado, hay que reducir las emisiones a largo plazo en toda la cadena: fabricación de los helicópteros, helipuertos, etc. Por otro, las propias emisiones de los vehículos. En este sentido, se están estudiando muchas alternativas. La electrificación de momento no es viable, pues un helicóptero no es un avión: necesita mucha más energía para mover las hélices, y las baterías eléctricas aún pesan demasiado como para levantar las aeronaves», explica Müller.
La solución con más recorrido en la industria son los SAF (combustibles de aviación sostenibles), una alternativa viable a corto y medio plazo para reducir de manera sustancial, e incluso neutralizar, las emisiones de CO2. Su principal ventaja es que ya se pueden mezclar con el queroseno convencional. Además, en junio, un Airbus H225 completó el primer vuelo de un helicóptero alimentado al 100% con SAF. Aunque aún queda avanzar en su producción, abaratar sus costes y analizar qué impacto conlleva para los motores de los helicópteros el uso de SAF al 100%, las proyecciones realizadas en la European Rotors 2022 afirman que su producción y suministro crecerá en los próximos años.
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