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Economía circular

El caucho reciclado, un material de alta calidad para la moda

Signus colabora con diseñadores y marcas para abrir este material a nuevos campos y aplicaciones

Imagen que ilustra el proceso de reciclaje y reutilización de los neumáticos
Del neumático usado a las chanclas, el camino de la transformación del residuo en un nuevo productoLa Razón

Los neumáticos son el único contacto de un vehículo, coche, camión o moto, con la carretera y su misión es hacer posible que se muevan. Están fabricados con materiales de altísima calidad para asegurar las mejores prestaciones, ya que tienen que garantizar la resistencia, agarre y flexibilidad imprescindibles para la seguridad de cualquier vehículo. Mientras están en su vida útil forman parte del conjunto. Pero, cuanto esta acaba, se perciben como algo grande, redondo, pesado e, incluso, sucio.

Sin embargo, recuperar esos materiales y utilizarlos en diversas aplicaciones para las que han demostrado su calidad, -carreteras, césped artificial, etc.-, es tan importante como necesario. Más teniendo en cuenta que también en esos usos aporta grandes ventajas técnicas, ambientales y económicas.

Es, precisamente, esa alta calidad del caucho de los neumáticos, lo que permite buscarle, y encontrar, utilidad en aplicaciones quizá inesperadas, pero con muchas posibilidades y potencial de dar sorpresas. Por ejemplo, en el mundo de la moda y el estilo de vida. Y Signus, como entidad que se ocupa de la organización del reciclaje de los neumáticos fuera de uso, lleva ya bastantes años trabajando con diseñadores y marcas para abrirle nuevos campos y aplicaciones al caucho reciclado.

Primeras experiencias

La primera experiencia del aterrizaje el caucho de neumáticos en un artículo de moda, útil y de gran uso, fueron las chancletas de dedo Flip Flop, desarrolladas con el proyecto Recysole entre Signus y Ecoalf, y que 10 años después continúan en el mercado.

Después llegaría el traje diseñado y confeccionado por María de la Fuente con elementos de caucho y a través de impresión 3D.

Neomatique

Fue el siguiente gran proyecto que impulsó Signus. «Se trata de una plataforma en la que, por un lado, se da visibilidad a los productos ya desarrollados que incorporan caucho procedente de reciclaje como material prioritario, - explica Isabel Rivadulla, directora de Comunicación de Signus-. Cualquier diseñador o diseñadora puede inspirarse, localizar dónde conseguir este material y, también, en qué laboratorios y centros tecnológicos puede probar sus prototipos».

En una primera etapa de Neomatique y en colaboración con Slow Fashion Next y con Lowpoly, se impulsó una colección cápsula de alta bisutería y complementos de moda de la mano de la diseñadora Lucía de Gustín, que incluía diferentes piezas de alta bisutería y complementos de moda, en las que se mezcla artesanía, tecnología de impresión 3D y materiales reciclados con el claro objetivo de mostrar las oportunidades que se abrían de cara al futuro.

Si los accesorios fueron la primera apuesta, la última incorporación han sido prototipos de piezas de decoración y mobiliario. Prueba del gran recorrido que tiene por delante el caucho reciclado.

Sostenibilidad y moda

La filosofía de los proyectos relacionados con la moda y el estilo de vida en los que se embarca Signus tienen el nexo común la apuesta por colaborar y apoyar ideas y marcas comprometidas con la sostenibilidad y la slow fashion. Así, su última, de momento, iniciativa ha sido acompañar a SKFK, firma vasca de moda de mujer que apuesta por tejidos realizados con fibras de bajo impacto ambiental para sus colecciones, en la semana de la moda de Madrid, la MBFWMadrid. En el desfile organizado por SKFK para presentar su colección Kimua, las modelos lucían pendientes hechos con caucho reciclado, en la que las con una colección de pendientes con caucho reciclado resultado de la alianza entre Signus y la marca de artesanía MCamposenNegro.

Abarcas tradicionales

Pero no todo es nuevo diseño. Artículos y productos tradicionales, que llevan en el mercado años y años, también vuelven la vista hacia un material que ya antaño era utilizado por su fuerza y durabilidad. Es el caso de las abarcas, el calzado al que agricultores y campesinos vieron que si le ponían como suela un trozo de neumático, -más o menos tal cual-, en vez de usar esparto, les duraría más y les permitiría caminar mejor por los surcos de los sembrados y los caminos rurales.

Pues bien, las clásicas abarcas menorquinas, un calzado que hace tiempo que traspasó los límites de la isla y de las profesiones y estatus de sus usuarios, sino que las calza cualquiera que quiera caminar cómodamente en cualquier sitio, han recuperado el caucho de los neumáticos para sus suelas. Carlos Truyol, director de RIA, empresa familiar menorquina fundada por su padre y especializada en este calzado, recuerda que «fuimos pioneros en usar los neumáticos para nuestros zapatos. Lo que hemos hecho en los últimos años ha sido aprovechar todas las mejoras que ofrece la maquinaria de precisión de nuestros proveedores de suelas de caucho y los productos para fijarlas, para introducirlo en más líneas de producto, como los zapatos para niños, por ejemplo».

La diferencia que ha marcado la recuperación del caucho clásico para esta aplicación es que «ahora pueden coger la banda de rodadura del neumático, que es la que está en contacto con el suelo, y cortarla en trozos del grosor justo que necesitamos, 3 o 5 milímetros. Antes, esas suelas eran de un centímetro de grosor como mínimo y daban problemas para coserlas. Ahora podemos hacer un cosido muy seguro. Además de poder utilizarlas en modelos más modernos».

El caucho del que se abastece Truyol es «sobre todo es de neumáticos de motos», y sus proveedores «utilizan, unos, caucho de neumáticos usados; y, otros, de neumáticos nuevos que han sido descartados en la propia fábrica por algún defecto o tara». El origen nacional de su materia prima hace que sus costes en este sentido se abaraten bastante «en comparación a cuando venían de Asia. Porque, además del corte, ese caucho necesita unos procesos para limpiarlo y dejarlo completamente liso para poder ser una suela de zapato».

Este material aporta un extra de resistenca a las abarcas menorquinas que fabrican, lo que para Truyol, es «importante desde el punto de vista de la calidad y la durabilidad. Y, también, de la sostenibilidad. Porque utilizamos un residuo y alargamos la vida de un producto».

En una empresa situada en Menorca, «una isla que ahora nos han hecho patrimonio de la humanidad, estamos encantados de hacer cosas que sumar para mantener el medio ambiente».