La desalación como fuente sostenible de agua en tiempo de sequía

La desalación del agua del mar para utilizarla en diferentes usos, ya sea para consumo humano para riego en agricultura o para uso industrial, es una forma de aprovechar un bien natural abundante y especialmente importante en lugares y situaciones en las que el agua dulce es escasa.

En tiempo de sequía, como es la situación actual en España y que, debido al cambio climático, la ciencia prevé que sea más frecuente en un futuro cada vez más próximo, las desaladoras tendrán un importante papel como fuentes procuradoras de agua que ayuden a paliar la escasez de agua de lluvia y en los ríos.

La desalación en España

En España, actualmente hay instaladas 765 plantas desaladoras, que producen alrededor de 5.000.000 de m3 al día de agua apta para abastecimiento, riego e industrias, según la AEDyR (Asociación Española de Desalación y Reutilización).

Este conjunto de infraestructuras de desalación hace de España el cuarto país del mundo que más agua desalada produce. Precisamente una empresa de origen español, Acciona, es líder mundial de la que se presenta como la tecnología de desalación más ventajosa: la ósmosis inversa -proceso de purificación de agua mediante un sistema de membranas, que no utiliza ningún producto químico ni contaminante para ello.

Empleando esta tecnología, Acciona ha construido 89 plantas desaladoras en todo mundo, con capacidad para tratar cerca de 5,8 millones de m3 al día, suficiente para abastecer a más de 28 millones de personas, y actualmente opera una decena de ellas en España -entre ellas la de Torrevieja, que es la más grande de Europa-.

Avanzando en innovación

Como todo proceso industrial, la desalación está sujeta a análisis y evaluación constante para mejorar todas sus fases y optimizar sus resultados. En Acciona, el desarrollo de innovación se considera clave para hacer el proceso de desalación una alternativa cada vez más sostenible-ecológica y económicamente- para obtener agua en tiempos de escasez. Para ello, cuenta con un departamento de innovación apoyado en su Centro Tecnológico del Agua, ubicado en Barcelona,yen unidades de demostración permanentes, plantas piloto, situadas en diversas desaladoras, entre ellas la de San Pedro del Pinatar, Murcia. En ellas se aplican y validan las innovaciones diseñadas en el Centro. De esta manera, se verifica su funcionamiento y resultados en el tratamiento de agua real antes de implementarlas a gran escala.

Tres grandes líneas

De las diversas líneas de investigación en desalación que Acciona está llevando a cabo actualmente, Jorge Malfeito, director de Innovación del Área de Agua de Acciona, destaca tres, enfocadas a hacer las plantas «más eficientes mediante la reducción de consumo energético y el aumento del porcentaje de utilización de energía renovable. Esto, además, -recalca Malfeito-, implica un avance en la descarbonización del proceso, uno de los objetivos de la compañía».

Otra de las grandes líneas, que a porta mayor eficiencia al proceso es «la minimización del ensuciamiento de las membranas por las que pasa el agua en la fase final de la desalación para garantizar que la planta opera de manera óptima. Para ello trabajamos en sistemas avanzados de detección preventiva de partículas sólidas en suspensión y en nuevos procesos de ultrafiltración».

Pero la innovación no acaba ahí, como en todos los sectores, la economía circular es tendencia también en desalación: una vez separada el agua que se destinará al consumo del concentrado de salmuera, Acciona trabaja para recuperar de él «sales y minerales valiosos para otras industrias. Es decir, hacemos auténtica ‘minería’ en este concentrado, que antes no tenía valor. Recuperar esos materiales reduce el impacto de la extracción de esas materias primas de fuentes tradicionales, es decir, es un ejemplo paradigmático de economía circular».