
La contra
Diarios para la historia
Planeta Tierra

Muchas veces me he preguntado cómo se hace un diario para escribir sobre los temas importantes del día a día. Naturalmente, hay muy diferentes casos, como veremos hoy con tres muy notables.
Para mí, pueden leerse con el mayor provecho histórico los Diarios del italiano Conde Ciano, ya se sabe, el que fue yerno de Benito Mussolini. No siendo extraño que en la España de Franco esos Diarios fueran prohibidos, por lo muy negativo que en ellos se dice del Duce y del Caudillo. Con información interesante de la conexión Ciano-Ramón Serrano Suñer, el cuñadísimo de Franco, en los tiempos del fascismo triunfante.
Otro libro de confidencias cotidianas de aquellos tiempos, con formato de Diario, se lo debemos a Paul Otto Schmidt, Europa entre bastidores. El autor refleja lo mucho que el intérprete vio y oyó a Hitler en cantidad de encuentros, durante prácticamente toda la guerra 1939/1945. Algunos, con el mayor dramatismo del Führer.
Excepcionales las Memorias de Guerra –que sin embargo son diarios—, de Winston Churchill, Premier británico. Quien siguió como nadie la evolución de las situaciones más que complejas a lo largo de las diferentes fases de la Segunda Guerra Mundial, desde septiembre de 1939 a julio de 1945.
Los doce tomos de esas Memorias, tuvieron cifras de venta millonarias. Las hemos leído todos los interesados por la Historia de mi generación, pues en ellas se analiza cómo, día a día, se formó la gran tormenta de 1939, con el desarrollo letal ulterior de la Segunda Guerra Mundial, hasta el armisticio, ya en mayo de 1945.
Creo que los tres casos expuestos evidencian el gran interés de los Diarios para el debido conocimiento de la Historia. No dejen de hacerse con los tres libros citados. Merecen la pena por contenido y estilo de un tiempo atormentado.
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