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La contra
«Hemos descubierto que el corazón tiene neuronas»
Nieves Mesón
Bióloga, escritora y creadora del Kii
El dramaturgo Bernard Shaw tenía razón cuando dijo: «El mayor problema de comunicación es la ilusión de que ha tenido lugar». Nos pasa a todos. Podemos dedicar horas enteras de nuestro día a conversar con otras personas y, al terminar, sentirnos tremendamente solos. A veces, nos preocupa más crear una ilusión de entendimiento que generar una comprensión real. La tecnología contribuye al espejismo. Estamos más conectados y solos que nunca. Faltan conexiones profundas y auténticas. Eso es lo que consigue Kii, un juego de mesa desarrollado por la bióloga Nieves Mesón. Una experiencia con tarjetas que contienen «las preguntas que nadie te hizo y siempre quisiste responder», que fomentan la conversación introspectiva en grupo. «Un juego en el que nadie pierde, cada uno se gana a sí mismo».
¿Qué le impulsa a crear Kii?
Siempre me ha interesado la neurociencia, es fantástica. Los efectos que tiene la comunicación real con los alumnos, conocernos más, hablar de temas personales... Yo era la profesora de la que decían «preparad los clínex» [ríe]. El conocimiento personal y la búsqueda de conexiones reales ha sido, para mí, una necesidad vital desde pequeña. Kii es una investigación científica en toda regla: llevo 3 años testándolo con el mismo grupo de 6 personas. Hemos visto la transformación que provoca en la gente.
¿Comunicación real?
Todos hablamos, pero la verdadera comunicación ocurre muy pocas veces. Este juego te permite tener una comunicación auténtica, en tiempo real. Solo hay una regla: no interrumpir (a nadie le gustaría que el psicólogo opinara, nos gusta que escuche, aunque Kii no es psicología. No se trata que ahondes en tus penas, las preguntas están diseñadas para encontrar lo que te enriquece como persona). Si yo te pregunto «¿sabes amar?» y te paras unos segundos, respiras, y contestas lo que realmente quieres contestar... Algo pasa. Es una experiencia enriquecedora. Todo el mundo te escucha y, después, responde a la misma pregunta. Las verdaderas amistades te permiten sentirte vulnerable y seguro al mismo tiempo. Y, por lo general, cuando el juego acaba, siempre lo hace con un abrazo que dura más de lo que dura un abrazo.
Digamos que es pasar del «cómo estás» y responder siempre que «bien» a lo real...
Sí, es como cuando decimos «¿te digo ‘bien’ o te cuento?». Los humanos tenemos algo llamado neuronas espejo, que imitan la actitud de otra persona. Así que, cuando alguien conecta, tú te vas allí también. No a lo banal, sino que vas a atreverte a ir un poco más adentro... Una vez, una mujer nos contó algo que jamás había dicho a nadie.
A nadie. Pero, jugando al Kii, se sintió lo suficientemente segura como para abrirse. Necesitaba quitarse un peso. Verás: la mente esta programada para sobrevivir, no para vivir. Con esto quiero decir que siempre estamos evaluando peligros y, según eso, así nos comportamos. Con algunas personas soy moderna, con otras intento ser más culta, con otras divertida... son trajes que uno se pone. Lo que ocurre con este juego es que acabas desnudo. Te vas encontrando a ti mismo. Es volver a ser ese niño que fuiste cuando soñabas con lo que querías ser. Una directiva de la DGT me llamó después de haber jugado al Kii y me dijo: «Después de jugar, sentí como si un guante de seda se hubiera introducido en el interior de mi alma».
¿A quién va dirigido?
A desconocidos, familias, amigos. Mi pareja juega con todo el mundo, hasta en el trabajo. Un día me dijo: «Es que me he dado cuenta de cómo vivía antes, ahora hablo de la vida sin rodeos». La neurociencia ha descubierto que el corazón tiene neuronas; piensa y recuerda. Esto no me gusta decirlo al principio, porque suena cursi, pero este juego no sólo apunta al cerebro. Las preguntas van dirigidas a ese lugar: atraviesan la mente, van al corazón y vuelven a la mente. No te las han hecho nunca, pero tú siempre has necesitado contestarlas.
¿Cómo radiografiaría a la sociedad? ¿Cree que prima la psicología Disney o el pesimismo?
Creo que el mundo es hostil y creo que la paz es interna. Hay gente que en mitad de una guerra está bien. Los niños juegan sobre las balas. Es decir: pensar que el mundo está mal no te lleva a nada. La paz es interior, algo que tienes que conseguir cada minuto del día; es un trabajo permanente, no viene dado. Naces llorando y te mueres con agonía, pero lo que ocurre dentro del ser humano es un misterio apasionante. Un médico sabe por qué se ha muerto una persona, pero no sabe por qué está viva. Ahondar en ese misterio es en lo que me mueve en la vida. A mi hermano le han diagnosticado cáncer. Y me han enseñado mucho. Que lo que viene, conviene. Que esa es la única forma de tener paz.
¿Qué nos hace felices?
Hace más de 85 años Harvard estudia esta cuestión. ¿Sabes a qué conclusión han llegado? A que son las buenas relaciones humanas. El juego Kii es la mejor manera que he encontrado de sentir eso. De lograr que un grupo de gente escuche con cariño, con una sonrisa. Es tan grande que hay que vivirlo.
Perfil
Un juego para escapar de la soledad digital
Nieves Mesón ya no vive en Madrid, sino en Altea (Alicante). Para ella, la capital es «una ciudad grande, la gente simula estar contenta». Bióloga, profesora desde hace 35 años e investigadora incansable en técnicas de conocimiento personal, con ellas ha logrado una conexión profunda con su alumnado. Ha publicado siete libros sobre las relaciones humanas. El juego Kii es su última obra, resultado de años de introspección y estudio de las emociones. La autora afirma que posee la capacidad de crear vínculos reales a través de la comunicación sincera.
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