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Cambio climático Cellnex

Objetivos inaplazables y dudas sobre el papel del país anfitrión

La COP28 alcanza en su primera sesión uno de los acuerdos más esperados: pérdidas y daños

People walk near a sign for the COP28 U.N. Climate Summit, Tuesday, Nov. 28, 2023, in Dubai, United Arab Emirates. (AP Photo/Peter Dejong)
La celebración de la COP28 en Arabia Saudí ha levantado recelos entre los sectores conservacionistasPeter DejongAP Photo

Con la inauguración ayer en Dubái, (Emiratos Árabes Unidos), de la COP28, la cumbre anual de los países firmantes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMCCNU), comienzan las dos semanas anuales en las que 197 países más la Unión Europea, -que participa como una entidad única y con España ejerciendo la presidencia del Consejo y, por tanto, con un papel muy relevante-, se tienen que poner de acuerdo en cómo avanzar para mitigar la crisis climática para evitar que la temperatura global suba más de 1,5°, considerado por la ciencia el límite para evitar sus efectos más catastróficos.

Toda COP se inicia con iguales dosis de esperanza y escepticismo. Por la serie de objetivos y acuerdos considerados inaplazables que se deberían alcanzar; y porque lograr acuerdos consensuados entre tantos y tan diferentes países, con sociedades, necesidades, intereses y economías más diversos aun, es una tarea titánica.

En la COP28, al escepticismo habitual se suman recelos a que la sede sea un país “petrolero”, y por si el presidente designado por el anfitrión, Sultán Al Jaber, director de la compañía petrolera nacional saudí, Adnoc, se ajustará satisfactoriamente al papel que la ONU otorga a esta figura: ser imparcial, atender a los intereses globales e impulsar los acuerdos más favorables para el avance de la acción climática. La información difundida esta misma semana por la BBC ha puesto la guinda al que afirmar que el país anfitrión planea ‘utilizar su papel como oportunidad para cerrar acuerdos sobre petróleo y gas’, titulaba la cadena británica.

Conviene, en todo caso, puntualizar que la sedes de las cumbres del clima van rotando por las diferentes regiones. El año pasado se celebró en Europa y este año tocaba en Asia. Emiratos Árabes Unidos presentó a la ONU su candidatura, que fue apoyada por los países de la región y la mayoría de los restantes.

Primer acuerdo alcanzado

Sin embargo, uno de los grandes objetivos de la COP28 se ha alcanzado ya en la mismísima sesión inaugural, con la aprobación del fondo para pérdidas y daños ocasionados por el cambio climático a los países más vulnerables y el anuncio de diversos países de aportar cantidades millonarias de dólares al fondo, que será gestionado por el Banco Mundial.

Resultados deseables

Organizaciones españolas como Ecodes y el Grupo Español de Crecimiento Verde (GECV), del sector ambientalista y empresarial e industrial respectivamente, asisten a la cumbre como observadoras, organizaciones de sectores concernidos por los acuerdos que se tomen; participan en los debates pero no en las negociaciones ni tienen voto para las decisiones.

Para Mario Rodríguez, director asociado para la Transición Justa y las Alianzas Globales de Ecodes, uno buen resultado de la cumbre sería «marcar una fecha definitiva para el fin de los combustibles fósiles, petróleo, carbón y gas. Si no, ningún país se va a poner a ello decididamente». Estima además que «habría que introducir también en la agenda global objetivos de adaptación, junto a los de mitigación, puesto que los efectos del cambio climático ya los tenemos aquí y los estamos sufriendo».

Para Mariluz Castilla, secretaria general del GECV, «como empresas que apuestan por acelerar la acción climática, sería idóneo alcanzar uno de los objetivos más potentes de la cumbre: triplicar el porcentaje de renovables, además de duplicar la eficiencia energética para 2030». También considera fundamental

«poner fecha final a los combustibles fósiles. Hace falta claridad en este tema y un mensaje claro de que van a desaparecer. Habrá muchas discusiones, pero vamos a ver, vamos a ver…».