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La contra

«Queríamos reciclar el plástico de todo el mundo»

Vicent Pellicer. Co-fundador de la ONG Plàstic Preciós La Safor

Vicent Pellicer y Adrià Tallada montando uno de los bancos instalados en los puertos pesqueros participantes en Mares Circulares
Vicent Pellicer, (izda.) y Adrià Tallada, montando uno de los bancos instalados en los puertos pesqueros participantes en Mares CircularesPLÁSTIC PRECIÓS DE LA SAFOR

Comenzaron practicando una afición y sin saber a dónde les llevaría y, varios años después, Ion Lera, Adrià Tallada y Vicent Pellicer, ingeniero informático, de gestión de proyectos y diseñador industrial, respectivamente y valencianos de Gandía, se dedican a tiempo completo a sensibilizar sobre reciclaje y experimentar y desarrollar materiales a partir de plásticos de difícil reciclabilidad. Con Plàstic Preciós La Safor, la ONG ambiental fundada por ellos hace cinco años, han realizado multitud de talleres prácticos, ganado premios y participado en proyectos con los que aportan soluciones al reto de utilizar plásticos para crear materiales que resuelven necesidades concretas. Como emplear redes de pesca recuperadas del mar por pescadores para hacer bancos urbanos dentro del proyecto Mares Circulares de Coca-Cola.

Comenzaron, como aquel que dice, en un garaje.

Más o menos, sí. Entramos en contacto de manera absolutamente casual, porque los tres queríamos hacer un proyecto de reciclaje de plástico. Siempre nos ha gustado meternos en líos y experimentar cosas. Nos juntamos la gente apropiada y fue una suerte, la verdad. Primero, y sin tener prácticamente ni idea, hicimos nuestro propio taller a partir del proyecto que un ingeniero holandés, David Hakkens, que publicó en código abierto los planos para hacer unas pequeñas máquinas con las que se podía hacer todo el proceso del reciclaje de plástico a pequeña escala.

¿Ya sabían qué querían hacer?

Por querer, nosotros queríamos reciclar el plástico de todo el mundo (ríe). Pero, ya en serio, empezamos como un hobby, la verdad. Pasó que, al tener las máquinas construidas, vimos que podrían tener un gran valor educativo. Al ser pequeñas, las podíamos transportar fácilmente y llevarlas de un lado a otro para hacer demostraciones y enseñar cómo se puede transformar residuo plástico en objetos útiles. Así empezamos a hacer talleres de concienciación en colegios, a universidades, eventos, etc. En las escuelas, por ejemplo, el propio alumnado participa activamente en todo el proceso. Y así son conscientes de la diferencia entre poner el plástico en su contenedor o no.

¿En qué momento el hobby pasó a ser un trabajo?

Empezó a pedir más tiempo como dos años después y hubo que involucrarse más. Yo, por ejemplo, dejé mi trabajo. Y todo lo que ganábamos lo dedicábamos a financiar el proyecto, para comprar máquinas mayores, poder experimentar, etc. Porque nos iban saliendo producciones y proyectos que suponían mayores volúmenes de producción.

Como Mares circulares, por ejemplo.

Justo. Coincidimos con los responsables de la asociación Vertido Cero, vieron que encajábamos en las necesidades del proyecto y nos propusieron colaborar. Con las dos actividades que hacemos nosotros: los talleres educativos, con lo que hemos ido a todos los puertos pesqueros que han participado en el proyecto para dar charlas a los pescadores y mostrarles cómo transformamos los residuos que ellos sacan del mar, específicamente las redes de pesca. Y, por otra parte, fabricando los 19 bancos urbanos que se han instalado en esos mismos puertos como muestra de lo que se puede llegar a hacer con todos esos residuos que los pescadores, voluntariamente, sacan del mar.

Fue un buen desafío, ¿no?

Desde luego. Nos sirvió para profesionalizarnos y machacar mucho con el desarrollo y la producción de los tableros que hacemos con el plástico de las redes, ya una vez limpio y triturado. Cada banco necesita 90 kilos de plástico. Un 34 % procede de basura marina, un plástico muy difícil porque está muy degradado y para asegurar su resistencia el resto es polietileno procedente de envases alimentarios.

Por lo demás, esos bancos tienen gran capacidad de absorber esos residuos. De hecho, si no me equivoco, hasta ahora es uno de los proyectos en los que más residuo marino se ha utilizado para fabricar objetos.

Apoyo:

Mares Circulares

Un proyecto basado en alianzas

►Mares Circulares es una iniciativa de Coca-Cola para impulsar iniciativas científicas y empresariales basadas en la economía circular. Su objetivo principal es buscar soluciones al problema de los residuos marinos para garantizar la sostenibilidad de los mares. En alianza con pescadores, ONGs, administraciones, universidades y centros de investigación, entre otros, desde 2018 han realizado acciones de sensibilización, intervenciones en reservas marinas protegidas, estudios científicos y recuperado del mar 1.880 t. de basuras.