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Ciencia
Los robots coparon el Mobile World Congress
Cuadrúpedos y humanoides; los robots realizan cada vez más tareas en el ámbito industrial, médico y asistencial. En 2022 se contabilizaron 3,5 millones de unidades ya operativas en todo el mundo
Pantallas enrollables, tecnología 6G, gafas pararealidadaumentada y hasta kits para reparación de móviles en casa. El Mobile World Congress de Barcelona (MWC) ha cerrado una edición más vistosa que las anteriores, claramente marcadas por la pandemia, y lo ha hecho con unos protagonistas inesperados: los robots.
Sin ir más lejos, la empresa catalana Keybotic presentaba su robot con patas para servicios industriales. La carrera de la start-up ha sido meteórica. A finales de 2021 ganaron un concurso de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa americana (Darpa), gracias al desarrollo de «un sistema que permitía que los movimientos de cualquier robot fueran autónomos y no teledirigidos», explica Irene Gómez, CEO de la firma.
Con el cerca de millón de euros que consiguieron montaron la empresa y empezaron a trabajar en un prototipo de perro robot que han presentado oficialmente estos días en el Mobile. Keyper es un cuadrúpedo que camina como lo hacen los perros labradores y que ya se comercializa en el sector industrial para localizar fugas de gases y vapores, localizar puntos de calor, encontrar objetos en galerías o túneles subterráneos, etc. «En nuestro caso es como si hubiéramos dotado de un sentido de la vista artificial al robot. Esto significa que nuestro sistema va más allá de aplicar Inteligencia artificial; Keyper «percibe» los suelos , las paredes, los huecos gracias al mapeado tridimensional que hace y a la geolocalización constante», matiza Irene Gómez. La empresa vende o alquila sus cuadrúpedos a clientes de diferentes sectores como la industria química, seguridad o minería.
Este tipo de robots cuadrúpedos son el último eslabón en lo que a robótica industrial se refiere. Un sector en auge que arrancó, de manera oficial en los años 60, pero que «sin duda, es el futuro», dice Gómez. Lo que aportan es mejor movimiento. Mientras los aparatos basados en ruedas solo eran capaces de moverse en dos dimensiones, los robots con patas pueden desplazarse en las tres dimensiones, dimensiones, superando desniveles y moviéndose por cualquier tipo de superficie.
Más robótica industrial
Que son buenos tiempos para la robótica industrial lo confirma el último informe de la Federación Internacional de Robótica (finales de 2022) en el que afirma que se ha alcanzado «un máximo histórico de 517.385 nuevos robots industriales instalados en 2021 en fábricas de todo el mundo. Esto representa una tasa de crecimiento del 31 % interanual y supera en un 22 % el récord anterior a la pandemia de instalación de robots en 2018. Hoy, el stock de robots operativos en todo el mundo alcanza un nuevo récord de alrededor de 3,5 millones de unidades», dice el texto. En cuanto a las regiones del mundo donde más crece la automatización de procesos encabeza la lista Asia, Europa y EE UU: «El 74 % de todos los robots contabilizados en 2021 se instalaron en Asia (en 2020, la tasa en Asia rondaba el 70 %)», matiza el informe.
Las nuevas capacidades de los robots, como esta de caminar como un perro y superar desniveles, les están haciendo acaparar poco a poco el trabajo industrial. «Hay muchas tareas que se pensaba que siempre iban a realizar humanos y que ahora están automatizadas. Por ejemplo, las soldaduras por puntos en el sector de automoción. Antes era labor de personal muy cualificado y, actualmente, es una actividad que realizan robots con una precisión que les hace parecer casi un ballet. Es más, desde hace cinco años, las máquinas son capaces de personalizar los diseños y no solo realizar tareas repetitivas. Esto se debe a los sistemas de inteligencia artificial. La llamada industria 4.0 está mezclando la robótica con la inteligencia artificial y la comunicación entre los robots, además de integrar tecnologías como la impresión 3D con grandes resultados», dice Sara Lumbreras, codirectora de la Cátedra Ciencia, Tecnología y Religión de la Universidad Pontificia Comillas.
Humanoides
Además de este robot con patas, estos días el gigante Xiaomi presentaba Cyber One, un robot humanoide de 1,77 metros de altura y 52 kilos de peso que puede andar, hablar, subir superficies empinadas e incluso captar las emociones de sus interlocutores y los colores.
Los humanoides son lo último en robótica y, aunque muchos son todavía prototipos, amenazan con extenderse por nuevos nichos de mercado más allá del industrial,
como la atención médica, la asistencia y cuidados o la hospitalidad. Estos días en el Mobile de Barcelona se ha visto también un exoesqueleto. El «Able Human Motion interpreta el movimiento de cabeza de un paciente que esté en silla de ruedas por una lesión modular. «En el ámbito médico encontramos “robots cirujanos” como la plataforma Da Vinci que permite que un cirujano de Los Ángeles pueda realizar una operación en Nueva York o Japón. Hay un montón de tareas que en principio ya se podrían automatizar, pero de momento no merecen la pena porque el coste de los robots es muy alto. Se podría servir con camareros robots, pero un humanoide como el CyberOne cuesta más de 100.000 euros. Hay que esperar a ver qué sucede porque sabemos que donde se invierte, se abaratan costes. Sin embargo, quizá el mercado no quiera desarrollar este tipo de humanoides. Pasó con la robótica de ocio. Hace diez años aparecieron un montón de mascotas robot muy sofisticadas y todos pensamos que se abaratarían. Ahora prácticamente los perros robots han desaparecido porque el mercado no respondió», matiza Lumbreras.
Puede que a los robots humanoides todavía les falten unos años, pero otros no humanoides se desenvuelven cada vez con más soltura por el mundo humano realizando actividades de los más variopintas. Sorprendente, como siempre, el robot de Boston Dynamics capaz de bailar parkour, los hay que cuidan bebés, componen canciones, sirven cafés, aunque, sin duda, una de las más conocidas es Sophía, un avatar inspirado en Audrey Hepburn que cuenta con inteligencia artificial, reconocimiento facial y procesamiento de datos con lo que se supone puede mantener conversaciones, extraer datos e ir aprendiendo de su interacción con los humanos y mejorar sus respuestas.
También impresionante, el nuevo robot que se presentaba hace unas semanas y que es capaz de del estado sólido al líquido, escapar por la rendija de cualquier espacio y volver a recomponerse en su forma sólida. El invento es de la Universidad de Hong Kong y utiliza partículas magnéticas de galio que tiene un punto de fusión muy bajo (29,8º). «También se está avanzando mucho en nanorobótica y consiguiendo robots del tamaño de una píldora. Cuando sean así de pequeños, se podrán introducir en el cuerpo y llevar un medicamento a un determinado órgano. Aún está lejos, pero es una tecnología bastante prometedora», apunta Lumbreras.
Hay robots cuadrúpedos como Keypers que simulan la forma de andar de un labrador y hay drones diminutos capaces de posarse en un árbol como si fueran pájaros. Algunos imitan a organismos vivos y otros directamente se fusionan con ellos. Hace un año en la Universidad de Vermont (EE UU), un grupo de investigadores conseguía conseguía pequeños robots que nadaban fuera de una placa de laboratorio, encontraban células y con ellas creaban un nuevo robot.
Metaverso
El Mobile también ha dedicado espacio al mundo virtual que está por llegar. Así se han presentado varias gafas de realidad aumentada, como las Air Glass 2 de Oppo (llamadas gafas de realidad asistida) que servirán para traducir de forma automática los idiomas de los interlocutores o convertir la voz en texto para aquellas personas que tienen problemas de audición. «Xiaomi ha presentado dos gafas. Un modelo que sustituirá al monitor del ordenador y otro con cámaras incorporadas. Vamos a ver muchas gafas porque hay interés en el desarrollo del metaverso», concluye Lumbreras.
En tren a 1.200 km por hora
El Mobile también ha dedicado parte de su espacio a la movilidad del futuro. Estos días estaba presente un vagón del HyperloopTT, un modo de transporte basado en trenes que se mueven gracias a un sistema de imanes (levitación magnética) en el interior de un túnel al vacío. La idea que tuvo Elon Musk allá por 2013 ha originado la creación de un buen puñado de empresas que intentan desde entonces hacer realidad este nuevo tren capaz de alcanzar los 1.200 km/h. Una de ellas es precisamente HyperloopTT, del que se han llevado a cabo algunas pruebas en Abu Dabi o Francia. Ahora quiere construirse una primera línea de 10 km entre Venecia y Padua.
También se ha proyectado un vídeo del próximo taxi volador de Sk Telecom. La empresa quiere lanzar un servicio de taxis voladores autónomos en Corea del Sur en el año 2025.
Nokia y el guiño a la sostenibilidad
Una de las declaraciones más llamativas de esta feria la hacía un directivo de una gran compañía de operadores móviles cuando admitía que al sector todavía le queda trabajo en aras de la sostenibilidad. El año pasado, según la ONU y WEEE Forum ( asociación dedicada al reciclaje de residuos electrónicos) terminaron en la basura 5.300 millones de teléfonos.
Nokia ha querido hacer un guiño a la sostenibilidad con el nuevo smartphone G22. Parte de la carcasa ha sido diseñada con plástico reciclado y con la colaboración de iFixit, facilitan el acceso a guías, herramientas y piezas con las que poder reparar el aparato. El objetivo es que sea fácilmente reparable y que se pueda conservar por más tiempo.
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