Memoria histórica... y democrática (I)

La Proposición de Ley de memoria histórica y democrática presentada por el grupo socialista en el Congreso el 30 de julio, es un texto radicalmente ideológico, y un atentado frontal contra el espíritu y la letra de la Constitución.

La mera lectura de su exposición de motivos revela ya el sectarismo que impregna su texto. A sus redactores hay que recordarles que la Guerra Civil terminó hace 80 años, que Franco murió hace 43, y que casi desde entonces vivimos bajo un régimen constitucional.

Digo yo que algo sabremos de valores democráticos como para que afirmen que ahora debamos aprobar los «valores democráticos» de nuestra Constitución. Pretenden orientar y educar nuestras conciencias para que nuestros conocimientos de estos últimos 80 años sean como los que defina un «Consejo de la Memoria», una suerte de comité de sabios que dictaminará al respecto, con un régimen sancionador atento a cualquier desviación.

El objetivo adicional es crear un chiringuito-oficina de empleo de «entidades memorialistas», dedicado a elaborar medidas en materia de educación y género, capacitación y sensibilización, divulgación, satisfacción y reparación simbólica, así como adoctrinamiento escolar, universitario y funcionarial.

Y, para colmo, afirman que «es necesario que la memoria histórica se convierta en una política de estado y que su aplicación no dependa de la voluntad del gobierno de turno». Seguiremos informando.