Prueba: Seat León 2020, el éxito está asegurado

El León es el automóvil más importante de Seat y la columna vertebral de su estrategia comercial, ya que es el coche más vendido en el mercado español y el que más peso tiene en la producción de la factoría de Martorell. Y no es extraño por su versatilidad, ya que presenta dos tipos de carrocería, berlina y familiar, y un sin fin de motores para poder adaptarse a las necesidades de cada cliente.

El León nació en el año 1999 y desde entonces se han vendido en todo el mundo más de 2,2 millones de unidades de este modelo, que presenta ahora su cuarta generación. Un éxito que se va incrementando con el paso del tiempo, como lo demuestra que de la primera serie se vendieron 535.000 ejemplares, de la segunda 676.000, y de la tercera 1.057.000 unidades. Y hay mucha confianza en que este cuarto diseño, obra del estilista español Alejandro Mesonero Romanos, consolide esta brillante trayectoria.

Llega además en un momento especialmente oportuno para la marca española que, durante el pasado año, consiguió un nuevo record al vender en todo el mundo un total de 570.000 vehículos, lo que supuso un incremento del 10,9%, el mayor de una marca en Europa. La factoría de Martorell superó el medio millón de ejemplares y ha invertido 1.100 millones en sus instalaciones para poder fabricar este nuevo León, diseñado y producido en Barcelona. Por cierto, que sus líneas de fabricación fueron dedicadas en marzo y abril a la fabricación de respiradores para hacer frente al coronavirus.

El nuevo León utiliza la plataforma MQB Evo y ha incrementado sus dimensiones respecto a la anterior generación. Concretamente, es 8cm. más largo en la versión berlina y 9cm. más largo en la familiar, denominada “Sportourer”. Con ello, pasan a medir 4,38 y 4,64 metros respectivamente. Y lo que es más importante, ha ganado cinco centímetros de distancia entre ejes, lo que supone aumentar el espacio para los pasajeros. También se ha ganado en espacio para equipajes, que ahora es de 380 litros para la berlina y 620 para el “Sportourer”. Un volumen que puede incrementarse abatiendo los respaldos de los asientos posteriores.

Con sus nuevas líneas el diseñador ha conseguido realizar una carrocería verdaderamente moderna y atractiva, en donde destaca el trazo lateral que se prolonga hacia la parte posterior del conjunto y que parece formar parte integrante de los faros. Tiene la virtud de tener una personalidad propia. Es identificable desde cualquier ángulo, lo que contrasta con las formas de la mayoría de los coches de ahora, demasiado parecidos unos a otros.

Motores para todos

En la parte mecánica, Seat ha querido ofrecer todas las opciones posibles y para ello ha preparado cinco motores de gasolina, dos diésel, híbridos y con GNC (gas natural comprimido), combinándolos con cajas de cambios manuales o la eficaz DSG y, en algunos casos, tracción a las cuatro ruedas. Un sin fin de alternativas que se inician con un precio de 20.270 euros, incluidos en esta cantidad las promociones.

En gasolina encontramos los motores de 1,0 litros TSI con potencias de 90 o 110 caballos, ambos con cambio manual. También podemos elegir el 1,5 TSI con potencias de 130 y 150 caballos y caja manual o subir al 2,0 TSI que llega a los 190cv., ya con cambio DSG. En gasóleo está el motor 2,0 con 115 o 150 caballos que, en este último caso, puede llevar la caja DSG y tracción a las cuatro ruedas. Finalmente, se preparan para este otoño las versiones PHEV, es decir, híbrido enchufable con motor 1,4 y 204 caballos, que llevará etiqueta 0 y la versión 1,5 TGI, que es un motor preparado para funcionar con GNC y que rinde 130cv. Existen varios niveles de acabado, aunque la versión FR es la más demandada, pues acapara más de la mitad de las ventas.

Hay que destacar igualmente el alto nivel de conectividad de este nuevo León, que es el primer Seat totalmente conectado y que, a través de una pantalla de 10 pulgadas con reconocimiento de voz, nos pone a nuestra disposición todos los equipamientos habituales en las berlinas de lujo, como control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales, conducción en atascos y, algo importante, alerta de ángulo muerto a través de una fina línea de luz en la puerta que nos avisa, incluso cuando en parado vamos a abrir para salir del coche. Además de otras funciones que, a través de la aplicación Seat Connect, puedes acceder a datos como la posición del vehículo, la carga de electricidad, los datos de conducción si se lo prestas a alguien, etc…

Al volante se puede elegir entre cuatro modos de conducción: eco, normal, sport e individual. Con esta última puedes regular algunos parámetros como la suspensión. La realidad es que en la prueba de carretera que hicimos la estabilidad fue uno de los apartados más positivos que encontramos, ya que se mantiene en la trayectoria de las curvas sin movimientos extraños, incluso cuando superamos mucho la velocidad recomendable en curvas enlazadas, donde cambia el peso sin perder la línea del trazado. Su chasis es, sin duda, uno de sus puntos fuertes.