Eléctrico

Citroën AMI: el sucesor del 2CV

Es un vehículo cien por cien eléctrico, de sólo 2,4 metros de largo y una autonomía de 70 kilómetros. Con el Plan Moves III su precio puede quedar en 5.600 euros

Post-production : Astuce Productions
Post-production : Astuce ProductionsBluche Nicolas (273)Citroën

En la nueva Era de “electromovilidad urbana”, Citroën se adelanta con un “micro-car” (no es coche porque está clasificado legalmente como cuadriciclo y equiparado a los ciclomotores). Cien por cien eléctrico -con una autonomía de 70 Km- un peso pluma y gran capacidad en su formato “cubo”, es la solución ideal para moverse por el centro de las grandes urbes. Probarlo por el centro de Madrid es un auténtico reto, porque todo el mundo te mira. Es un poco como los conocidos “micro-coches” ya existentes con motor de moto y velocidad limitada a 45 Km/h, pero mejor ideado y construido, más silencioso y… eléctrico. Y, como buen Citroën, el AMI tiene un diseño original y rompedor, pensado para una máxima capacidad interior. Como sólo mide 2,4 metros de largo por 1,4 de ancho y 1,52 de altura es casi un simpático cubo con ruedas. Sus reducidas dimensiones le permiten aparcar en cualquier sitio, incluso en batería entre dos coches en línea.

Citroën AMI
Citroën AMICitroënCitroën

Dos grandes puertas son su único acceso y, cada una abre en un sentido diferente, con la del conductor tipo “suicida”. Las ventanillas no se bajan: se articulan por la mitad verticalmente, como en el mítico 2CV. Cristal sobra por todas partes, incluyendo un gran techo solar, aunque no hubiera venido mal un poco más de ventilación forzada para los climas calurosos, porque no lleva aire acondicionado, aunque sí calefacción.

El conductor entra fácilmente a un espacioso habitáculo con dos asientos y mucho sitio para llevar cosas. Se aprecia la ligereza por todos lados: los tubos del chasis tubular, la carrocería de fibra, las redes de retención de los portaobjetos, los recubrimientos de plástico, la instrumentación imprescindible… hasta los abre-puertas son de correa. Pese a la batería de 5,5 kW/h –de pequeño tamaño y peso esta vez- se ha conseguido un vehículo muy liviano de sólo 485 Kg.

No se puede decir que los asientos sean tan confortables como los de otros Citroën, pero tampoco se trata de un vehículo para estar mucho tiempo dentro: es ideal para cortos recorridos urbanos, para gestiones o recados, para moverse por urbanizaciones o pequeñas poblaciones.

No requiere carnet de conducir –es un cuadriciclo- y puede acceder libremente a la zona centro de las grandes urbes y no pagar ticket de aparcamiento pero, a cambio, no supera los 45 Km/h de velocidad punta (salvo en cuestas abajo) y eso le impide circular por autopista o, en el caso de Madrid, por la M30.

Pero en tráfico urbano se comporta como un campeón: sale de los semáforos como un tiro gracias al par de su motor eléctrico, es ágil y frena con contundencia (aunque no lleva ABS). Auto-recarga la batería en retención y, enchufado a la corriente de 220 V, sólo tarda 3 horas en estar de nuevo cargado al 100x100. Se conduce con una facilidad pasmosa: una llave de contacto, tres botones en el lateral del asiento (Neutral, Directa y Retroceso), dos pedales y un volante. Los pasajeros van sentados muy al centro, para mejorar su seguridad pasiva y eso deja demasiado lejos el parabrisas, pero también una gran bandeja para llevar aún más objetos. Curiosamente ofrece conectores USB, pero carece de retrovisor interior: hay dos exteriores que deben ser ajustados a mano. Un soporte para el móvil en el salpicadero invita a emplearlo como navegador para poder callejear a gusto.

Su particular estética y su reducido tamaño despiertan la curiosidad de los viandantes. Citroën lo ofrece en cuatro colores y también decoraciones y accesorios de personalización. ¿Qué cuánto cuesta? 7.200 euros, a los que se pueden descontar hasta 1.600 haciendo uso del Plan Moves. En España la marca está satisfecha del buen volumen de ventas que está alcanzando este pionero de la “electromovilidad”. También está disponible como vehículo de “Car Sharing” a través de la compañía Free2Move, que permite alquilarlo por minutos o días.

Estos mini-vehículos eléctricos como el Citroën AMI ¿serán el futuro de la circulación en las grandes ciudades? Todo apunta a que, poco a poco, irán conquistando el corazón de las urbes… y también la de los ciudadanos, sean automovilistas o no.