Made in Italy
Para andar por ciudad y el uso diario, es preferible tener un coche de dimensiones justas. Para meterse por todos los huecos y aparcar más fácilmente. Pero el que sea un utilitario no es, no está reñido con ser un automóvil divertido. Y tenemos la prueba en el Abarth 695 que, con potencias de hasta 180 caballos, transmite las sensaciones de un coche de carreras para ir por la calle. Y eso, sin apretar el botón de “sport”, que es cuando se dispara la adrenalina.
Abarth significa un toque de distinción dentro del automovilismo ya que representa la esencia deportiva de Fiat desde los tiempos en que, Karl Abarth, un austriaco apasionado de las altas prestaciones, comenzó la fabricación de coches y piezas especiales para competición en el año 1949. Hace ahora medio siglo creó la Fórmula Italia, que sirvió para la promoción de nuevas generaciones de pilotos de monoplazas. Aprovechando este aniversario se presenta el nuevo 695 en diferentes versiones según las potencias que dese el cliente. La más potente es la Esseesse, destinada a un comprador selecto que suele tener este coche como segundo vehículo en la casa no solo para uso diario, sino también para divertirse y disfrutar de la conducción pura en carreteras de montaña, donde se puede exprimir todo su potencial.
Bajo su capot delantero encontramos un bloque de cuatro cilindros gasolina de 1.4 litros que desarrolla, como hemos dicho, 180 caballos ayudándose de un turbocompresor Garrett. El conjunto se completa con detalles atractivos y que le dan un toque de distinción, como el capó de aluminio, un deflector trasero, llantas blancas con las pinzas de freno en rojo, baquets de alcántara que se adaptan al cuerpo, pedales de carbono, cambio de cinco marchas con levas en el volante, escape Akrapovic con un sonido que transmite emoción y prestaciones… y otros complementos. Pero lo importante son sus prestaciones, espectaculares gracias a haber conseguido una relación peso‑potencia de 5,9 Kilos por caballo y una potencia específica de 132 caballos por litro. Con ello se alcanza una aceleración de 0 a 100 Km/h en solo 6,7 segundos. Y cuando apretamos el botón de “sport”, el cuadro central se tiñe de rojo y la experiencia de conducción iguala a la de los deportivos más radicales. Y todo ello por un precio de 29.000 euros.
Para quienes no necesiten tanta potencia, el 695 se comercializa asimismo en otras versiones, 595, con el mismo motor, pero con 165 caballos y un par que le permite reaccionar con fuerza desde 2.250 vueltas. Sus prestaciones son asimismo muy atractivas, con una velocidad máxima de 218 por hora, un paso de 0 a 100 en 7,3 segundos y un paso de 80 a 120 en 7,8 segundos. Es decir, todo lo necesario para garantizar la diversión y el placer de conducción característicos de los coches de la marca del escorpión, que es el símbolo de Abarth.En el apartado estético incorpora detalles muy de carreras como el nuevo escape con terminales verticales y sonido inconfundible o las llantas de aleación de 17 pulgadas en negro mate. Y su precio, según la versión elegida, arranca en los 22.800 euros.