Mercedes EQE, la berlina tecnológica y sostenible

Presentado en el Salón de Munich del año pasado, llega ya a los concesionarios el EQE, hermano pequeño del imponente EQS, pero compartiendo toda su tecnología. Ambos parten de la plataforma de batería EVA2, aunque el Clase E tiene una distancia entre ejes 9 cm más corta (3.120 mm), que equipara sus dimensiones exteriores a las del modelo CLS. Mide casi 5 metros de largo, con escasos voladizos, por lo que ofrece un habitáculo muy amplio.

La carrocería berlina es muy similar en diseño a la del Clase S, con un techo coupé y un capó delantero corto (que, por cierto, sólo puede abrirse en el taller). Una calandra ciega, presidida por una gran estrella de Mercedes, distingue de lejos la marca del modelo, por otra parte inconfundible. Atrás mantiene el maletero separado, con luna fija, al estilo tradicional. Las cuatro puertas disponen de manecillas desplegables, que quedan enrasadas en la limpia línea de la carrocería.

El EQE cuenta con una gran batería de 90 kW/h

Bajo el suelo se sitúa la enorme batería de 90 kW/h compuesta por 10 módulos y que funciona a 328 voltios. Eso permite una autonomía máxima (ciclo WLTP) de hasta 660 Km. Las versiones EQE 350 equipan un solo motor eléctrico síncrono de doble bobinado en el tren trasero, que proporciona 215 kW (292 CV). No hay que desdeñar que el coche completo pesa 2.355 Kg. También dispone de una recarga rapidísima y sin necesidad de autentificación, con sólo enchufar el cable.

Mercedes ha hecho en este modelo -realmente en toda la gama EQ- uno de sus habituales derroches tecnológicos. Y no sólo en infoentretenimiento y gadgets de cara a la galería, sino también en lo importante para la seguridad y la manejabilidad. Una combinación de tecnología, lujo y sostenibilidad, que son los tres pilares de todos los EQ. Se ofrece hasta con dos variantes de dirección... trasera, con 4,5 o 10 grados de giro, lo que facilita la maniobrabilidad de un chasis tan largo. También cuenta con suspensiones mecánicas multibrazo o con la neumática opcional.

Habitáculo amplio y tecnológico en el EQE

En el interior, excepcionalmente amplio gracias a la ausencia de motor y transmisión convencionales, hay un aislamiento total del exterior y un confort típico de Mercedes. Incluso el techo puede ser transparente de delante a atrás. La versión 350 equipa dos grandes pantallas digitales (cuadro y salpicadero), la última de formato cuadrado; más el “head-up display” más grande que hemos visto (141 cm). También podrá obtenerse en opción la “MBUX Hyperscreen” que ocupa todo el salpicadero, con tres pantallas independientes en una pieza. Realmente espectacular, aunque produce una cierta “indigestión” de información.

Las levas tras el volante no actúan esta vez sobre el cambio (inexistente), sino sobre los modos de retención y auto-recarga (3 disponibles), que hasta permiten conducir sin pisar el freno. Además, hay varios modos de conducción, del ECO al Sport, con respuesta y consumo correspondientes al uso que se dé. La seguridad está incrementada en este EQE con detalles como la detección de “microsueños” o distracciones del conductor, con una cámara que lo vigila constantemente.

Mercedes EQE, también preparado por AMG

El EQE es cómodo, rápido si se le exige y señorial. Un símbolo de estatus. Pero si se quiere algo más deportivo, ahí está AMG para ofrecer su EQE 43 con dos motores, 476 CV (350 kW) y tracción total 4Matic. Pronto le seguirá el AMG 53, con hasta 687 CV en su versión “boost” más potente. El AMG 43 que ya está a la venta cuenta con una transmisión inteligente combinada con la suspensión “AMG Ride Control” que garantizan tracción y estabilidad a altas velocidades en un absoluto silencio (sólo roto por el sonido artificial que genera el sintetizador).

El EQE AMG 43 es 15 mm más bajo, cuenta con la característica calandra de barras verticales y con elementos aerodinámicos específicos. También con frenos dotados de pinzas de 6 bombines delante y discos cerámicos opcionales, acordes a las prestaciones deportivas. Las llantas también pasan de 19 a 21 pulgadas de diámetro. Naturalmente, dispone de su propia dirección trasera (3,6 grados) y de cinco modos de conducción -seleccionables desde el volante- incluyendo la desconexión total del ESP.

El EQE AMG, con equipamiento especial

El equipo de serie ofrece la pantalla “MBUX Hyperscreen” panorámica, así como volante específico con los clásicos pulsadores adicionales de arranque y de selección de modos de conducción, y de endurecimiento de la amortiguación. La personalidad del EQE cambia completamente hacia una berlina deportiva de fulgurantes aceleraciones, potentes frenadas y veloz paso por curva. Impresionantes, si te tiene en cuenta el enorme peso del coche, aunque el reparto de masas (muy bajo y centrado) es mucho mejor que en cualquier versión térmica.

La carencia en el mercado de los necesarios componentes electrónicos de alta tecnología están retrasando su fabricación y hasta 2 meses las entregas; y limitan las opciones disponibles temporalmente. De momento hay dos versiones ya a la venta: el EQE 350+ con un precio (franco fábrica) de 62.809 euros y el AMG 43, por 87.128 euros. Próximamente se ofrecerá la tracción 4Matic también en la serie 350 y, además, la AMG 53 con dos opciones superiores de potencia.