Prueba
Toyota Yaris 130H, un ciudadano ejemplar
Presenta una carrocería compacta de cuatro puertas movida por un motor tricilíndrido híbrido de 1,5 litros complementado por un motor eléctrico con el que llega a los 130 caballos
El Yaris es uno de los grandes aciertos de Toyota. Un superventas en el competido mercado de los automóviles del segmento B, que tiene un protagonismo tanto como vehículos de uso diario como para poder hacer desplazamientos largos con toda comodidad gracias a sus cuatro puertas y sus cuatro plazas más que suficientes para viajar sin apreturas. La estética exterior no ha cambiado respecto a versiones anteriores porque no es necesario variar lo que funciona y gusta a los compradores. Sí que se aporta una nueva motorización en la versión GR, la más deportiva de la gama, con una mecánica que nos proporciona unas buenas prestaciones.
Sus formas externas siguen siendo las de un cuatro puertas de dimensiones ajustadas, lo que le da una gran ventaja en el tráfico urbano. Una carrocería con personalidad propia tanto en su parte delantera, donde destacan los faros estilizados que se prolongan hacia la parte superior de las aletas, como las originales tomas de aire verticales en los laterales para la refrigeración de los frenos. La trasera es asimismo singular, con una amplia quinta puerta que da acceso a un maletero suficiente. Los pilotos traseros y los elementos aerodinámicos de la parte baja le hacen diferente del resto de sus competidores.
Si apreciamos cambios en el interior, sobre todo en el apartado de la digitalización, ya que incluye una nueva pantalla frente al conductor de 12,3 pulgadas en la que podemos ver todos los datos relativos al comportamiento del vehículo y que cambia su configuración según el modo de conducción seleccionado. Y como es ya habitual en todos los fabricantes, en posición central se incluye otra pantalla rectangular que incluye toda la información de navegación y entretenimiento, incluidas las habituales conexiones a los sistemas más avanzados. El puesto de conducción es suficientemente amplio, con asientos anatómicos que dan mucha comodidad al volante. Y en la parte trasera pueden acomodarse sin apreturas dos personas grandes e incluso tres para desplazamientos cortos. Es una capacidad bien aprovechada para un turismo que está por debajo de los cuatro metros de longitud. Concretamente mide 3,9 metros de largo por 1,7 de ancho y 1,5 de alto lo que le facilita una manejabilidad envidiable en tráfico urbano, que es su hábitat más natural.
En lo que se refiere a la parte mecánica, este nuevo Yaris 130H instala bajo su capó delantero un motor de tres cilindros y 1,5 litros de cilindrada que se ve complementado por la acción de un motor eléctrico de 62kw. El conjunto de ambos consigue una potencia final de 130 caballos y que, con un par motor de 185Nm., resulta especialmente brillante en conducción urbana ya que ofrece una buena parte de su potencia desde la parte más baja del cuentavueltas. A ello se une su funcionamiento en modo eléctrico en arrancadas y circulando a bajas velocidades, lo que se refleja en unos consumos de combustible realmente reducidos. Sobre todo, si utilizamos el modo B del cambio que en retención recarga la batería y ayuda a la labor de los frenos. Pero no por ello renuncia a unas buenas prestaciones en su categoría, como lo acreditan una aclaración de 0 a 100 en 9,2 segundos y el paso en v velocidades intermedias, de 80 a 120 por hora en 7,2 segundos.
Este Yaris resulta, como hemos señalado, muy agradable de conducir en ciudad dada su manejabilidad, dimensiones ajustadas y agilidad en el tráfico urbano. Para este entorno, es mejor utilizar el modo de conducción Eco y cuando salimos a un tráfico menos denso podremos cambiar a los modos Normal y Power. En circunstancias normales, este Yaris 130H puede tener cifras de consumo por debajo de los cinco litros.
Por todo ello estamos ante un coche ideal para quienes buscan un coche ciudadano por un precio asequible. Los 22.400 euros de su factura están en la línea de los precios que presentan sus competidores más directos. Como hemos señalado, resulta fácil de conducir, manejable y silencioso en ciudad y. en carretera, cuando le cambiamos a modo Power, varía su personalidad logrando un punto de deportividad muy divertido, fruto de las siglas GR que luce en su carrocería. Una elección acertada con una mecánica muy fiable.
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