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Desarticulada en Murcia una red de trata de personas

La Guardia Civil detiene a tres individuos que explotaban y extorsionaban a trabajadores rumanos

Un agente de la Guardia Civil con uno de los detenidos en Mazarrón por trata de personas
Un agente de la Guardia Civil con uno de los detenidos en Mazarrón por trata de personasGUARDIA CIVIL

La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral y ha detenido a tres personas, dos individuos y una mujer, pertenecientes a un clan familiar, de 31, 36 y 39 años y nacionalidad rumana. Al registrar sus domicilios en la localidad de Mazarrón, los agentes incautaron 2.500 euros, joyas, un vehículo de alta gama, así como documentación, cuentas y tarjetas bancarias de las víctimas.

La investigación se inició el pasado mes de julio, cuando 13 ciudadanos rumanos, asentados en la localidad de Puerto de Mazarrón, denunciaron ante la Guardia Civil la situación de semiesclavitud en la que vivían después de haberse trasladado desde otras provincias españolas hasta la Región de Murcia.

Las víctimas afirmaron que habían sido captadas por un compatriota asentado en Murcia que les ofreció un puesto de trabajo y alojamiento en un municipio de la Región. El supuesto benefactor, después de facilitarles un empleo en empresas agrícolas de Mazarrón, se apropió de sus salarios, al tiempo que los mantenía atemorizados bajo amenazas y agresiones físicas.

La situación llegó a ser extrema, hasta el punto de carecer de alimentos y otra serie de bienes de primera necesidad. las víctimas aprovecharon un viaje del líder del clan a su país de origen para comunicar su lamentable situación a la Guardia Civil.

La investigación permitió averiguar que varios de los afectados habían dado de alta cuentas corrientes en entidades bancarias de la zona, aunque la dirección postal facilitada coincidía con la del domicilio del principal sospechoso, de tal forma que las tarjetas de crédito llegaban directamente a manos del clan, así como la información sobre sus ingresos o extractos, que eran controlados por los mismos. Así se apropiaban del dinero de sus nóminas. Tras varios meses de averiguaciones, la Guardia Civil localizó y detuvo a dos varones y una mujer, a los que se les atribuye la presunta autoría de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y de pertenencia a organización criminal.

Estructura criminal jerarquizada

Según se desprende de la investigación se trata de un grupo criminal perfectamente organizado, liderado por un individuo que orquestaba la trama delictiva con la selección de compatriotas a los que ofrecía su traslado hasta la Región de Murcia donde les aseguraba vivienda y un puesto de trabajo.

Una vez aquí, eran alojados en viviendas previamente ocupadas por los miembros del grupo criminal, donde vivían hacinados pese a pagar hasta 150 euros mensuales por el alquiler.

Posteriormente, con la excusa de tramitar los contratos de trabajo, les exigía su documentación personal que empleaba para dar de alta cuentas bancarias y tarjetas de crédito donde domiciliaba sus nóminas.

Para ello, se valía de su situación de vulnerabilidad y de su desconocimiento del idioma, llegando incluso a acompañarlos hasta las sucursales bancarias para hacer de intérprete y asegurar que los trámites bancarios se hicieran a su antojo.

El resto de miembros del grupo criminal, ahora desmantelado, se encargaba de otras tareas tales como las de mantener bajo amenazas y agresiones a los trabajadores e incluso las de vigilar su jornada laboral e informar de cualquier vicisitud al líder que, generalmente, se presentaba como encargado de una cuadrilla de trabajadores y responsable de éstos, mientras las empresas contratantes permanecían ajenas a estas argucias.

Los tres arrestados, las diligencias instruidas, así como el dinero, las joyas, la documentación y el vehículo incautados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Totana.

La investigación continúa abierta por lo que no se descarta la identificación de otras víctimas, así como la detención de más personas vinculadas con el grupo criminal desmantelada. La trata de seres humanos está castigada en el vigente Código Penal con penas de prisión de cinco a ocho años.

Hay que señalar que la Guardia Civil activó el protocolo de asistencia para las víctimas de delitos de trata de seres humanos a través de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Mazarrón, lo que permitió su atención y su reinserción laboral.