El Salto del Usero ya no será gratis: Cuánto cuesta y cómo reservar

Con el fin de proteger y velar por el cuidado de las zonas naturales de la Región de Murcia, desde el pasado martes se ha puesto en marcha una serie de medidas que impulsarán la mejora del entorno natural de la localidad de Bullas. En concreto, desde el 10 de junio y hasta el 15 de septiembre, toda persona que desee acceder al paraje conocido por Salto del Usero (Bullas), deberá haber abonado previamente un euro, en cumplimiento del precio público aprobado por el Ayuntamiento.

La resolución municipal, que aparece publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM), añade que los interesados en visitar ese paraje deberán haber abonado previamente el euro a través de la plataforma electrónica, cuando se hagan las reservas, y advierte de que no se podrá hacer el pago enmetálico en el control de accesos.

Para hacer la reserva, se puede realizar a través de la página web del Ayuntamiento, así como llamando al número 624 774 438 en horario de lunes a domingo de 10:00 a 19:00 h, durante los meses de julio y agosto, y los fines de semana en junio y en septiembre, y también a través del correo electrónico reservassaltousero@bullas.es.

Señala también el acuerdo que con el mismo se trata de proteger ese espacio natural de la cuenca alta del río Mula.

Un paraje único

El Salto del Usero es un espacio natural situado en el interior de Bullas, en el Noroeste de la Región de Murcia. Está catalogado como Lugar de Interés Geológico (LIG). Además, constituye un ámbito especial calificado como LIC (Lugar de Interés Comunitarío) y ZEC (Zona de Especial Conservación), en el que concurren ecosistemas variados, amenazados por causas naturales y por la presión e incidencia de la actividad humana. Está incluido en la Red Natura 2000.

El cauce del río Mula presenta un encajonamiento en el que pueden observarse, fruto de diferentes procesos erosivos, la formación de areniscas y travertinos de notable valor y de gran belleza paisajística, estando protegidos. Estos procesos han originado una peculiar morfología en bóveda, a través de la cual se precipita el agua en una cascada formando una poza o “vaera”, de unos 5 metros de profundidad.