Conciertos
Madrid se rinde a las balas perdidas de Morat
La banda lo dio todo en el concierto que cierra su gira, ante un público entregado que bailó y coreó cada canción
El cuarteto colombiano Morat cerró anoche su gira en Madrid con un Wizink Center entregado. Los primeros acordes de los instrumentos de Martín, Simón, Isaza y Villa despertaron los gritos de euforia de las más jóvenes que brincaban al ritmo de la Maldita costumbre. En ese momento el público decidió seguir en pie; ni siquiera los que tenían butaca optaron por sentarse, y se mantuvieron con los pies inquietos, siguiendo las balas perdidas que iba lanzando Morat. Era el primer concierto que la banda grababa para incorporarlo en su disco. Como siempre, lo dieron todo en el escenario.
“Acuérdate de mí, Madrid", pidió Simón después de contar cómo nació esa canción, en la que uno siente que ha llegado demasiado tarde a la vida del otro porque ya tiene pareja. Cartas amarillas manuscritas, como las que se escribían antiguamente los abuelos o los novios en la guerra se proyectaban sobre las pantallas centrales del escenario como pidiéndole una tregua al tiempo o a la memoria.
Isaza con su solo de piano y su Punto y aparte convirtió, con la ayuda del público, el Wizink en un cielo estrellado con las linternas de los móviles del público.
Los componentes de Morat advirtieron de que “nadie puede escapar de una bala perdida, pues nadie puede huir de lo que no espera”. Y comenzaron las sorpresas. El concierto estuvo lleno de artistas invitados. Antonio José se unió a El embrujo.La revolución llegó cuando Aitana subió al escenario, pasadas las nueve de la noche, para acompañar a la banda en su Presiento. Y de ahí, el palacio brincó con la canción dedicada a Madrid, A dónde vamos, dando fe de que existe el amor a primera vista. En medio de la canción se lanzaron globos gigantes rojos y negros que empezaron a moverse por el foso y muchas se llevaron a modo de trofeo.
Enamórate de alguien más llenó por primera vez las playlist de sus fans. ¿Os sabéis la canción?, preguntó Villa. Y Morat comprobó que su recién estrenado tema ya se lo sabían todas sus fans.
Cali y el Dandee “rapearon” las Mil tormentas. El problema fue que el micrófono no les acompañó ya que en las gradas apenas se podía escuchar con nitidez lo que cantaban,algo que también ocurrió en algunas canciones más, donde los sonidos graves tapaban a los agudos lo que, para quien no se supiera algún tema, le dificultaba poder seguirlo. Pero Morat estuvo entregado también a su público y tras poner el broche final a su actuación repitió dos temas a prueba de fallos.
La banda se hizo de rogar. Y, tras un amago de retirada y los gritos de “otra, otra”, volvió, “encore” -un poco más-. Cantó Mi nuevo vicio “esperando que sigan viendo Morat para mucho rato”, dijo Isaza. También contó con la actuación de Tini que les acompañó en Yo no merezco volver la canción que un día escribieron para redimir la culpa.
Como siempre, Como te atreves a volver fue la canción estrella en la que Morat se volcó y animó al público a participar varias veces con su estribillo. “A la de tres vamos a gritarles que les queremos”, decían unas fans inquietas cuando estaban ya en los saludos finales. Morat lanzó sus besos en guerra y algunos padres bailaron más que sus hijos; otros vieron el concierto a golpe de vídeo y tuit.
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