Opinión

¿Halcón o paloma?

El primer trámite para que el todavía ministro Luis de Guindos acceda a la vicepresidencia del Banco Central Europeo se produjo ayer ante la Comisión de Economía del Parlamento Europeo. Allí tuvo que exponer no sólo sus credenciales y méritos, sino también cuáles serán los principios que guiarán su actuación al frente de la vicepresidencia. Tradicionalmente, suele clasificarse a los miembros del BCE entre «palomas» o «halcones»: los primeros son aquellos que apuestan por una política monetaria acomodaticia y laxa que incentive el endeudamiento de familias y empresas con la esperanza de que ello impulse la economía; los segundos, en cambio, defienden una política monetaria más ortodoxa que evite estímulos artificiales de la economía por la vía del sobreendeudamiento.

¿Qué tipo de vicepresidente sería De Guindos? Los políticos españoles confían en que el ministro se comportará como una paloma para favorecer los intereses de España. Sin embargo, resulta del todo erróneo creer que nuestra economía necesita de una política monetaria ultraexpansiva que promueva un sobreapalancamiento privado: ese tipo de política monetaria fue la que escoró nuestra estructura productiva hacia un megaburbujón ladrillístico cuyas consecuencias todavía estamos pagando. En este sentido, De Guindos denunció, antes de que llegara al Ministerio de Economía, este aventurismo monetario del BCE. Esperemos que, en caso de alcanzar ahora su vicepresidencia, no apueste por repetir los errores del pasado: es decir, esperemos que se una al Bundesbank y se convierta en un halcón.