No speak English

Aunque sea pecado reconocerlo, no hablo inglés. Una pena. Ahora casi el 60% de los jóvenes dicen que lo hablan. Sin embargo, en mi Bachillerato, de colegio femenino, se estudiaba francés. Aún así, en Francia me he defendido, malamente, sí. Con el inglés ha sido desastroso. Como mi familia era pobre ni se les pasó por la cabeza enviarme a algún país angloparlante. Las becas me acompañaron en la carrera. Bueno, las becas y un trabajo de ocho horas. Pero yo no me cansaba porque tenía un sueño, estudiar y dedicarme al teatro. Después de 10 años fichando a las ocho y a las tres, lo conseguí. La escritura teatral me liberó de aquella desdicha. Y pronto empezaron los viajes. Una gira por los EE UU me empujó a estudiar inglés. Después de un año aplicándome, aterricé por vez primera en Nueva York y «what» se convirtió en la respuesta más común a mis preguntas. Para remate, un profesor dijo que mi talento no era destacable. Después añadió, no te preocupes, el inglés puede saberlo cualquiera, escribir obras de teatro muy pocos. Tiré la toalla. Bueno, de momento. Mi sueño ahora es convertirme en una viejecita que toca la guitarra y habla inglés.