Opinión

La Iglesia catalana, con el golpismo

Tengo el mejor de los conceptos del obispo de Lérida, el alcoyano Giménez Valls. Mentalmente es un intelectual, humanamente un santo y tiene los conceptos del bien, el mal y España meridianamente claros.

Por eso me desconcierta que no haya puesto el grito en el cielo con una idea que cualquiera diría concebida por el maligno: acoger en el Museo de Lérida, el antaño Museo Diocesano, la obra de Santiago Sierra. El tipejo que la lió en Arco con un conjunto de fotografías y su correspondiente pie de foto en el que se ensalza a los etarras que pegaron una paliza descomunal a los guardias civiles de Alsasua, se describe a Junqueras y cía como presos políticos de una dictadura y a Otegi como una suerte de Mandela olvidando que es un terrorista que pegaba tiros en las piernas y secuestraba.

Lo de Giménez Valls lo puedo llegar a entender por el juego de mayorías existente en el Museo. Antaño era un feudo exclusivo de la Iglesia pero ahora comparten poder con la Generalitat y el Ayuntamiento. Es más, albergo cero dudas de cuál es su pensamiento. Quizá sea el único caso de supuesta complicidad entre la Iglesia catalana y los golpistas en el que cabe la exoneración.

Lo que me resulta imperdonable es la cobertura que prestan sacerdotes y mitrados a los Tejeros del siglo XXI. Uno pensaba que en una democracia plena la ley era el bien moral y saltársela el mal. Debía estar equivocado porque la Iglesia catalana da ejemplos a diario de posicionamiento entusiasta con los apóstoles de ese mal que es el golpismo. ¿O qué es, si no, oficiar una misa en la iglesia barcelonesa de Pompeia (Diagonal con Paseo de Gracia) con una estelada en el altar? ¿O cobijar las votaciones de un referéndum ilegal? ¿O celebrar misas en honor del presunto delincuente Forn y de la independencia? ¿O colgar lazos amarillos en los campanarios? ¿O montar conciertos por los golpistas? ¿O qué, tal y como contamos ayer en «Okdiario», un monje de Montserrat llame a la «revolución» contra la «injusticia que supone que parte del Govern esté preso?».

Si Jesucristo resucitase por segunda vez los sacaría a gorrazos y latigazos de sus templos, cual vulgares mercaderes. Yo, entre tanto, me lo pensaré antes de marcar la X en junio.