Opinión

Lo que importa

Que la vida de una persona pase inadvertida a la mirada ajena, suele ser habitual. Pero que lo haga la muerte, te zarandea de otra manera.

Algunas muertes se convierten en circos, espectáculos televisados y rozan la categoría de eventos sociales.

Sin embargo, otras, ni siquiera existen en la conciencia de los más próximos.

Así sucedió con Valentín, un hombre que murió en su piso de Valencia y nadie reparó en su ausencia hasta 7 años después. Unos dicen que le conocían mucho, otros que creyeron entenderle que se iba a vivir a otra ciudad, otros que a veces le pensaban, pero poco.

Lo más triste es que fuera una entidad bancaria la que diera la voz de alarma, al ver que en su cuenta corriente no se producía ningún movimiento desde hacía años. Valentín no se llevaba bien con su familia, ocurre mucho. Pero lo más llamativo es que la otra familia, la de verdad, la de los amigos, esos que están ahí a pesar de las adicciones, los desplantes y abandonos, no le extrañaran en 7 años.

Que un banco sea el único que te echa de menos, aunque sea por interés –tampoco se le puede pedir más a una entidad bancaria–, define mucho la sociedad en la que vivimos, no sé si porque así la hemos creado o nos la crearon.

Decía Oscar Wilde que lo menos frecuente en este mundo es vivir, que la mayoría de la gente solo existe.

Estaría bien vivir más, y existir un poco menos, para no perdernos lo que de verdad importa.