Opinión

Resucita

En plenas procesiones y tras unos intensos y emocionantes días en los que destacan el trabajo y el compromiso de las diferentes Hermandades y Cofradías de todo el país –y no solo ahora, sino durante todo el año–, es justo homenajear a todas esas personas cuya labor es esencial en la celebración de la Semana Santa. Consiguen con su ilusión y esfuerzo mantener nuestras tradiciones, algo que les honra y les tiene que hacer sentir muy orgullosos, pero además hacen que también los jóvenes se impliquen, aporten ideas y proyectos dentro del ámbito cofrade y vivan la Semana Santa con el mismo fervor y entusiasmo que los más veteranos, eso es aún más difícil ¡y también lo logran! Es algo maravilloso. Porque Jesucristo, independientemente de lo que cada uno crea, representa lo que todos precisamos: amor, ilusión, esperanza, esa que cada año lleváis a hombros e ilumináis con antorchas, pero también con el brillo de los ojos de todos los que tienen la fortuna de acompañaros y admirar las Imágenes que caracterizan las escenas propias de cada uno de los pasos. Todo este sentimiento, con sus motivos de ornamentación, unido a la Pasión que desbordan imaginación y arte, y exaltan todo el conjunto escultórico, provoca fuertes y profundas emociones en los visitantes. Pascua significa paso. El paso de la esclavitud a la libertad. Conmemoramos la resurrección de Cristo: el paso de la muerte a la vida eterna. Por eso es hora de resucitar esas partes que tenemos escondidas, esos sueños aparcados, que nos llenan de alegría e ilusión. Se trata de pasar de la resignación a la acción, de la indiferencia a la solidaridad, de la queja a la búsqueda activa de la solución, de la desconfianza a la fe, del miedo a la valentía. Y ¿qué mejor día que el domingo de Resurrección para reflexionar sobre lo que hemos de resucitar en nuestra vida? Pasamos la infancia pensando en lo que queremos ser de mayores y deseando crecer para cumplir sueños, y después, ¿vamos tras ellos? ¡Pues resucita!