Opinión

Boise

No hay nada que hacer excepto rendirse a la evidencia, a lo inevitable. A cuenta del dinero que le va a regalar Sánchez como muestra de gratitud por su actividad nazi y golpista, Torra ha viajado con su séquito de paletos a los Estados Unidos. Periplo triunfal, sin margen para la duda. Al aterrizar en Nueva York fue acosado por la prensa, radios y cadenas de televisión. Tres periodistas sedientos de noticias de última hora rodearon al presidente de la Generalidad. Los tres volaron de Barcelona a Nueva York para entrevistar a Torra, cuando era más barato y sencillo desplazarse en taxi desde las sedes de sus medios de comunicación al palacio de San Jaime. Ningún periodista americano se sumó al interés de los tres reporteros catalanes.

Hoy –cuando escribo, muy de mañana–, me topo con un tuit de la cuenta oficial del Gobierno de la Generalidad de Cataluña. Los pelos como escarpias. Me pinchan y no sangro. No hay nada que hacer –insisto–, excepto rendirse a la evidencia, a lo inevitable. Dice el mensaje colgado en las redes: «El alcalde de Boise (Idaho) se ha mostrado partidario del derecho a la autodeterminación de Cataluña». Y posa para un fotógrafo, también catalán, estrechando la mano del impresionante líder separatista.

Boise, Idaho, una de las ciudades más influyentes en la política americana y por ende, mundial. Se sitúa en Idaho, un Estado de aúpa. En Boise nació, vivió y falleció Thomas Tallock, el primer pastor americano que reunió en su rebaño más de tres mil ovejas. Los famosos «Quesos Tallock» se elaboran y curan en Boise. De Boise es hija predilecta Palmira Fredkyn, fundadora y propietaria del local «El Chacal y la Gacela», la más famosa casa de putas de Idaho. Y de Boise,sí de Boise, de la misma Boise, del mejor y más distinguido barrio de Boise, es el base del equipo de baloncesto de la gran ciudad, «Los Carneros de Boise», Peter Bodman, conocido en el mundillo del «basquet» como «El Canguro de Boise», por sus increíbles saltos y cabriolas que tanto emocionan a los aficionados de la gran urbe de Idaho. Y el inventor del abrelatas eléctrico, Lionel Saratooga, también nació en Boise. Su empresa quebró cuando se puso de moda el «Abrefácil» en las latas de conserva, pero no por mucho madrugar amanece más temprano, como acostumbra a decir el chispeante Echenique, que no tiene nada que ver con Boise e ignoro el motivo de su mención en el presente texto.

Lo que está claro es que si el alcalde de Boise es partidario de la autodeterminación de Cataluña, puede ya considerarse a Cataluña como autodeterminada. Más aún, cuando en los presupuestos del Gobierno de Sánchez, para que se autodetermine mejor y sin precisar del apoyo del alcalde de Boise, el dinero destinado a Extremadura, Andalucía, Madrid, Castilla-León, Cantabria, Asturias y Galicia, cambiará de destinos y volará a Cataluña. Porque en ese aspecto, Sánchez es más que razonable. Si se quieren separar los independentistas catalanes de España al menos que lo hagan con el dinero de los españoles, no con los dólares de Boise, Idaho.

Rotundo éxito. En Washington no lo ha recibido nadie, y en Nueva York tampoco. Pero me pregunto con humildad: ¿Qué son Washington y Nueva York comparadas con Boise? Meras ciudades sin fundamento ni interés. La gran noticia para los catalanes golpistas e independentistas, nazis y supremacistas, es la que es. Que el alcalde de Boise apoya la autodeterminación de Cataluña. Así de tajante y sin vuelta de hoja. Si Torra consigue que el alcalde de Akimbabakua, Ghana, se sume al apoyo de Boise, ni Roures, Rufián, Xavi Hernández, Guardiola o Godó, españoles ejemplares, van a poder detener la gran ola de la independencia, el devastador tsunami de Boise.

Hay que saber perder. Enhorabuena a Torra por su impacto internacional.