Opinión

En Babia

Una juez ratifica la condena a Pablo Echenique por fraude laboral, y el hombre no se ha enterado. De haberlo sabido, y conociendo su limpia trayectoria y firmeza en el cumplimiento de sus promesas, ya habría dimitido. En su partido se obliga a ello cuando el delito cometido por el dirigente es un delito contra los trabajadores. En el caso de Echenique, un asistente personal sin contrato al que no dio de alta en la Seguridad Social. Entra en lo posible que no le diera de alta por distracción, pero el resultado es el mismo. Echenique es un dirigente muy querido y respetado en Podemos, y su obligada dimisión traería cola. No está Podemos en situación de perder a su más avispada inteligencia. No obstante, y para no disgustarlo con inoportunidad, me aseguran mis informadores infiltrados en Podemos que en la reunión de ayer se tomó la decisión de ocultárselo hasta que se haya interpuesto el recurso a la condena. La ministra de Justicia ha recibido a los representantes de Podemos que le han solicitado que cambié a la juez que ha condenado a Echenique por la juez de Valencia que quiere ultimar la leucemia de Zaplana por la vía rápida. De conseguir el cambio, Echenique no sólo será declarado inocente, sino que ingresaría en prisión el asistente sin contrato ni Seguridad Social, por chivato. Cuando se sirve a un gran personaje, cuando se tiene el honor de prestar tus servicios a un ser humano ejemplar, cariñoso, divertido, de honda inteligencia, de mirada dulce y siempre tolerante y dispuesto a regalar sonrisas, no se puede estar pendiente de un contrato o un certificado de alta en la Seguridad Social. Eso es para los burgueses, no para los líderes revolucionarios. Como si al Ché Guevara, momentos antes de disparar contra dos homosexuales , le exigiera el cartero que le firmara el recibo de una multa por aparcamiento indebido. Hay que ser oportuno y respetuoso con los grandes dirigentes. Pablo Iglesias ha sufrido en los últimos días la traición de Errejón, y Echenique, que es todo bondad, se ha preocupado de los recursos dinerarios del desleal para que puede sobrevivir hasta mayo. No obstante, el desleal ha dimitido y se ha agenciado los recursos por sí solo. Pero Echenique no hace otra cosa que pensar en el amigo traicionado, en Pablo Iglesias, que lo está pasando fatal. ¿Cómo se le puede aumentar la desazón informándole de la condena de la juez? Por otra parte, Echenique es consciente del denso ambiente que se respira en La Navata y de la importancia que tiene su capacidad de influencia para devolver a aquella humilde casa de Galapagar su paz antigua. Irene está empeñada en instalar una barbacoa noruega de la conocida marca «Barfnorge» y Pablo es partidario de la francesa «Le Bon Apetit». Echenique, para evitar discusiones, les ha convencido y recomendado la compra de la barbacoa austriaca «Tirolen Lander». Y cuando uno está dedicado a esos menesteres, no puede ser importunado por sentencias condenatorias de una juez sin sentimientos, y no como la de Valencia, cuyo único objetivo es que Zaplana vuelva a la cárcel y deje de sufrir en el Hospital.

Echenique ha sido condenado y está en babia. Por eso no ha dimitido. De conocer su condición de condenado por fraude laboral, ya habría entregado el cargo, el carné y la silla, que precisamente se la proporcionó la misma Seguridad Social a la que ha defraudado. Pero en Podemos nos han pedido prudencia y máxima discreción. Este artículo no lo leerá porque le recortan los periódicos y le distraen durante las emisiones de los informativos y las tertulias. Echenique no sabe nada de nada de su situación de condenado, está con lo de las barbacoas, y dimitirá cuando se entere, que será aproximadamente, en unos tres años, añito más, añito menos. Porque un hombre como él, siempre cumple con sus promesas éticas y estéticas, faltaría más. Ejemplar Echenique.