Opinión

Alejandrinos del padre de baja

Hoy, como estoy de baja, muy tarde he despertado.

He dormido diez horas seguidas, de un tirón.

Irene, sigilosa, al irse me ha besado

Muy dulce y quedamente, con mimo y precaución.

He salido en pijama al jardín de mis sueños.

El sol brilla rotundo y el cielo luce añil.

He acudido a besar a mis bellos pequeños

Pero no he saludado a la Guardia Civil.

No sé de qué se quejan. Su caseta es muy mona,

Y tienen un brasero como calefactor.

Marlaska les ha dicho que vigilen la zona

No sólo de la casa, sino su alrededor.

Está «Villa Tinaja» preciosa esta mañana.

Ya llegó el mes de marzo, que es un mes muy molón.

Todavía me queda de baja una semana

Y aquí estoy, descansando y lleno de ilusión.

Voy a desayunar un bocata de anchoa

De latas de Revilla que llegaron ayer.

Más tarde me traerán la nueva barbacoa

Fabricada en Noruega, como tiene que ser.

La ducha, realmente, me da mucha pereza,

Y lavarme los dientes me produce pavor.

Un revolucionario, y lo soy de una pieza,

No precisa lavarse como un burgués menor.

En «Mallorca» he encargado la comida, pues viene

A comer Echenique, y quizá, Mayoral.

No me gusta- y lo siento-, cómo cocina Irene.

Habla de maravilla pero cocina mal.

Me han mandado al correo las últimas encuestas,

Totalmente falseadas por un fascista vil.

Mentiras repugnantes y trampas manifiestas.

El sol brilla en lo alto y el cielo luce añil.

Una ardilla bermeja, unos patos volando,

En las flores primeras se centra un moscardón.

Las yemas del renuevo ya se están despertando

Y todo es delicioso en mi humilde mansión.

Un petirrojo pica en el césped, y vuela

Cuando yo me aproximo con miguitas de pan.

Mi ilusión es comprar la contigua parcela

Y para ello es precisa una ayuda de Irán.

Si compro la parcela, y el Banco no me atasca

Un crédito a cien años sin ningún interés,

Le tendré que pedir a mi amigo Marlaska

Doce guardias civiles, que hoy sólo tengo tres.

En La Navata, muchos vecinos nos adoran,

Pero son muy fascistas, e Irene como yo,

Apenas los tratamos, a pesar de que imploran

Visitar nuestra casa. Pero no, no, y no.

Me he puesto los vaqueros y la camisa sucia,

Calcetines usados, zapatillas de olor.

Aspecto comunista, inteligente argucia

Porque así disimulo mi poder y esplendor.

Me queda una semana de baja por ser padre,

Los últimos de baja, a la espera de abril.

Me sustituye Irene, que es la que ha sido madre.

El sol brilla en lo alto y el cielo luce añil.