Opinión

Mujer, alemana...

Y no es Angela Merkel. Se trata de Úrsula Von der Leyen, la candidata a presidir la Comisión Europea tras el acuerdo alcanzado ayer durante la Cumbre Europea, en la que los líderes comunitarios pactaron también que el español Borrell sea el candidato para llevar las riendas de la política exterior de la UE.

Ahora toca que el Parlamento Europeo diga que sí. Habrá otra mujer en los puestos claves porque la francesa Christine Lagarde será la presidenta del Banco Central Europeo si todo sigue su curso, mientras que el belga Charles Michel sería el nuevo presidente del Consejo Europeo. Hay por lo tanto paridad entre hombres y mujeres en esos cuatro puestos, un dato a tener muy en cuenta de cara a la formación de la nueva Comisión Europea.

Ya cuando se negociaba la composición de la actual, su presidente pidió a los Estados miembros que presentasen a mujeres con el fin de acercarse a la paridad, pero estos hicieron caso omiso.

Ahora será diferente. El acuerdo de ayer nos deja otras conclusiones. La primera, que Pedro Sánchez y sus correligionarios no han logrado situar a un socialista en la presidencia de la Comisión; la segunda que al frente de la misma estará por primera vez una mujer y alemana, que era la heredera natural de Merkel y a la que la cancilller mandó al Ministerio de Defensa para ver si se quemaba. Por último, Úrsula es madre de siete hijos. Todo un mensaje para la envejecida Europa, en la que, además, la natalidad es muy baja.