Opinión

Peajes urbanos en Barcelona

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reconocido que se está planteando implantar un peaje urbano para entrar en Barcelona. Aunque en principio pueda parecer una idea poco razonable –¿por qué limitar con un precio el acceso en coche a una gran ciudad?–, lo cierto es que, bien diseñados, los peajes urbanos son una de las mejores herramientas para contrarrestar dos graves problemas que azotan a nuestras urbes: la contaminación y los atascos. La fórmula ya se aplica en ciudades punteras como Singapur y consiste en exigir un pequeño precio –fluctuante según el nivel de congestión o de contaminación–para poder circular a través de las zonas más céntricas de la ciudad: al establecer un peaje, sólo aquellas personas que sienten una mayor necesidad por utilizar sus vehículos continuarán utilizándolos, de modo que los niveles de contaminación y de congestión se reducirán hasta cumplir con los objetivos municipales (de hecho, si a un determinado peaje no se cumplieran los objetivos medioambientales, bastaría con elevarlo hasta que el tráfico se restrinja lo suficiente). La medida es mucho más sensata que Madrid Central, por cuanto sustituye una prohibición cuasi absoluta por una restricción graduada en función de la necesidad de cada conductor: en lugar de prohibir la circulación, se autoriza sometida a la condición de que no se sobrepasen ciertos límites de contaminación y congestión. Además, un peaje urbano permitiría amasar ciertos ingresos para la administración que deberían ir destinados al mantenimiento de las infraestructuras municipales en sustitución de los impuestos generales que actualmente abonan los residentes (procediendo, por tanto, a reducir tales tributos). Pero, por supuesto, para que todos estos buenos propósitos se terminen cumpliendo, resulta imprescindible que los peajes urbanos dinámicos estén bien diseñados, pues en caso contrario pueden terminar convirtiéndose en herramientas meramente recaudatorias contra los conductores. Cuando la alcaldesa de Barcelona efectúe su primera propuesta detallada al respecto, podremos enjuiciar si se trata de un disparate o de un modelo muy preferible al de Carmena.