Opinión

¿Podemos en el ministerio de agricultura?

¿Puede ocupar un miembro de Podemos o un independiente próximo a este grupo político el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación? Pues puede que sí. Para ello se tienen que dar una serie de circunstancias. La primera, que el Partido Socialista de Pedro Sánchez y los de Podemos alcancen un pacto de cara a la investidura que comienza hoy. La segunda es que Pedro Sánchez termine siendo investido presidente y, la tercera, que la citada cartera sea una de las que ceda el actual inquilino de La Moncloa a los pupilos de Pablo Iglesias.

Según las últimas informaciones, este Ministerio no es uno de los considerados como estratégicos por Sánchez, por lo que quedaría en el capítulo de los disponibles de cara a ese hipotético reparto de carteras. Todo dependerá de lo que suceda en las próximas horas.

Al margen de la persona que pueda ser ministro, también habrá que estar muy atentos a lo que se pacte para ver el margen de maniobra que tenga a la hora de hacer política en ese hipotético Gobierno de coalición. Lo más importante será sin duda comprobar el programa que se pacta entre ambas formaciones políticas y saber lo que se establece de cara a la negociación de la Política Agraria Común (PAC del futuro, que sería el reto más importante de la próxima legislatura, tanto de la española como de la europea.

El posible acuerdo entre el Partido Socialista y Podemos no sería precisamente la mejor tarjeta de visita de Pedro Sánchez en la Unión Europea (UE), máxime cuando aspira a ser uno de sus líderes de más peso, pero la política hace extraños compañeros de viaje.

Precisamente, en el contexto comunitario se ha despejado una de las incógnitas más importantes que existían, al confirmar el Parlamento Europeo a la alemana Úrsula von der Leyen como presidenta de la próxima Comisión Europea que debería comenzar a funcionar a partir del próximo el 1 de noviembre. Aunque fue por un estrecho margen de votos, al final recibió el visto bueno de la mayoría de los eurodiputados. Lo más destacable del ideario de la política germana para los agricultores y los ganaderos es su apuesta por la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, incluso en la negociación de los acuerdos comerciales con países terceros. También propuso lanzar lo que llamó una nueva «estrategia de la granja a la mesa» sobre alimentación sostenible. Ahí va una frase resumen: «Debemos preservar el trabajo vital de nuestros agricultores para proporcionar a los europeos alimentos nutritivos, asequibles y seguros. Esto solamente es posible si pueden mantener de forma digna a sus familias». Ahí queda eso.