Opinión
Ahórratelo
Dicen que ahora Gobierno, dicen que ahora España, y en realidad piensan (lo sabe todo el mundo) que después del diez de noviembre, pues ya veremos.
Desde luego, cuán poco duran los ahoras del socialismo español. Y aún menos hoy, a la espera de una sentencia. Lo reconocen hasta gran parte de sus propios votantes. El otro día quedé con mis cuarenta y dos mejores amigos de toda la vida (muchos de ellos desde la adolescencia) e hice una encuesta entre los que son socialistas convencidos. Varios me reconocieron que van a votar al partido de sus amores tapándose la nariz (como un mal menor) hasta que la grúa se lleve algún día a Pedro Sánchez. Otro buen número me dejaron sorprendido al afirmar que el sentido de su voto iba a ser desde Errejón hasta a... ¡Pablo Casado!, lo cual significaría la ruptura de un tabú, porque en Cataluña, para un votante del PSC, el PP era siempre poco menos que la bicha. Claramente, parecen votos de castigo, pero a ver si nos vamos a encontrar con que salta la sorpresa en noviembre.
Mi singular cata difícilmente es extrapolable al resto de España. Hay que entender que aquí el personal está muy escamado con el camaleonismo de Iceta, que propone tanto un indulto como un 155 o un federalismo. Federalismos hay de varios tipos en el mundo, pero el socialismo patrio todavía no ha sido capaz de explicarnos cual de ellos propone. Sí que hay un modelo único internacionalmente reconocido de socialdemocracia, pero como Sánchez no ha conseguido definir un socialismo español que no cambie según cual sea la región, pues una cosa que teníamos más menos definida se diluye.
Hay que ver: aquello que habría que desambiguar urgentemente siguen sin aclararlo y para una cosa que tenían segura se ponen ambiguos con ella. Encima, el plagio sigue persiguiendo a Sánchez, porque el «ahora España» lo habían usado los seguidores de Franco hace dos años. Vaya plancha. Si a algún genio asesor, para arreglarlo, se le ocurre cambiar el «ahora» por un «arriba» (cualquier locura es esperable en este mundo demente que presenciamos) tengo una solución mejor que esa. Intercalen una segunda «erre» en el ahora. Con la recesión, habrá que ahorrar. Por tanto: «Ahora ahorra». Si puedes.
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