Opinión
Previsiones en campaña
Las recientes previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) según las cuales la economía española crecerá un 2,1% en 2020 carecen de cualquier valor. No en vano, se fundamentan en las series de Contabilidad Nacional previas a la revisión metodológica que efectuó el Instituto Nacional de Estadística (INE) durante septiembre y por las que se rebajó el crecimiento experimentado en el primer trimestre de 2019 desde el 0,7% al 0,5%, así como la expansión del segundo trimestre desde el 0,5% hasta el 0,4%. Así pues, pese a que el FMI presentó hace dos días sus previsiones para España, son unas previsiones que ya nacen caducadas. No sucede lo mismo con el cuadro macroeconómico remitido por el Ejecutivo a Bruselas este pasado martes. El Gobierno de Sánchez sí ha partido de las series actualizadas del INE y, por tanto, sus estimaciones de crecimiento (y, a su vez, de desempleo y de déficit) sí recogen el cambio metodológico. ¿Y cuánto pronostica el Gobierno que creceremos en 2019 y 2020? Un 2,1% este año y un 1,8% el próximo curso, lo que presuntamente permitiría corregir el déficit hasta el 2% del PIB en 2019 y al 1,7% en 2020, así como rebajar la tasa de paro hasta el 13,8% y 12,3%, respectivamente. Lo primero a señalar es que las previsiones de 2019 son muy poco verosímiles: durante la primera mitad del año apenas hemos experimentado un crecimiento acumulado del 0,9% y contamos con indicadores adelantados que señalan que la segunda mitad está siendo, al menos, igual de mala que la primera. De ahí que organismos como Funcas hayan situado su vaticinio de crecimiento para el conjunto del ejercicio en el 1,9%. Asimismo, la tasa de paro en el primer semestre del año se ubica en el 14,02% y el déficit en el 2,14% del PIB. Atendiendo al mal comportamiento del mercado laboral y al descontrol de los gastos, se antoja complicado que consigamos mejorar ambas cifras durante el segundo semestre. En cuanto a las previsiones de 2020, sí debemos tener muy presente que cualquier pronóstico que realicemos puede volverse obsoleto en cualquier momento. La presente desaceleración económica global se debe, en gran medida, a la guerra comercial entre EE UU y China así como a la incertidumbre que rodea el Brexit, de modo que si estos dos problemas se solucionaran facilitando consecuentemente los flujos de intercambio multilaterales, el escenario para el año que viene sería muy distinto al actual. Pero, partiendo de la situación presente de progresiva desaceleración de la economía, parece obvio que, si tales dinámicas continúan, no alcanzaremos ni lejanamente el crecimiento del 1,8% que dice prever el Ejecutivo para 2020. En realidad, parece más bien que estamos ante un cuadro macroeconómico de carácter preelectoral, es decir, unos pronósticos que los socialistas ya saben falsos y que pretenden enmendar después de los próximos comicios generales. Pura propaganda para la campaña.
✕
Accede a tu cuenta para comentar