Opinión

A la mierda

No sé si saben que en este país se puede violar a una chica menor y borracha entre seis e irse de rositas. Lo digo por si se animan, que sale bastante bien de precio. Y por turnos. Ahora te toca a ti, ahora a ti un ratito. La Audiencia de Barcelona ha dado manga ancha a quien quiera animarse: se absuelve a uno de los acusados y a los otros cinco les condena a una penita de entre diez y doce años por abuso sexual. Se lleva a una niña de catorce años a un botellón, a una nave, se la emborracha y empieza la juerga. Oigan, que no se corten, que la chiquilla no está para afearles a Vds la cosa. No sabe, no dice que sí, no dice que no, está absolutamente a merced de Vds , inconsciente, así que no se apuren porque cuando lleguen ante un tribunal, les va a salir, entre unas cosas y otras, baratísimo. La Fiscalía puede pedir lo que quiera, puede argumentar que los acusados se aprovecharon de su superioridad numérica, que la niña iba ebria,  que la intimidaron. Es igual. Ya les digo, les sale a cuenta a toda esa gentuza, a toda esa escoria que sigue ahí, a nuestro lado, y a la que entienden los tribunales porque no se puede probar que la niña dijera que no, no se puede probar que peleara mucho, que se jugara la vida. Los jueces nos dicen que no es culpa suya, que es culpa de los legisladores, del Código Penal. Nos dicen que ellos solo interpretan la Ley, aunque sabemos de algún voto particular (el de Ricardo González, por ejemplo, en la sentencia de la manada de Pamplona) que es de arcada seca. Nos dicen que no son ellos, que son los otros, que no se puede legislar a golpe de informativo. Váyanse a la mierda.