Opinión

¿Tiene la derecha una política de vivienda?

La izquierda tiene muy clara cuál es su política de vivienda: una combinación de controles de precios sobre los alquileres con un incremento de la oferta residencial por parte del sector público. Lo primero es una idea disparatada y contraproducente, incluso para los objetivos que se dice perseguir (incrementar la accesibilidad de vivienda entre los sectores de la sociedad más desfavorecidos); lo segundo, en cambio, es una medida ineficiente, pero al menos bien orientada para solucionar el problema. Ahora bien, frente a una izquierda que tiene muy claro cómo quiere afrontar las dificultades inmobiliarias de España, ¿cuenta la derecha con una hoja de ruta alternativa? ¿Tiene claro cuál es el camino a seguir? La política de vivienda de PP y Ciudadanos resulta más errática de lo que resultaría deseable. Los de Pablo Casado proponen crear un seguro de arrendamientos contra el riesgo de impago de los inquilinos (¡un producto financiero que ya existe en el sector privado para aquellos inquilinos que deseen contratarlo!) y Ciudadanos aboga por constituir un registro de arrendamientos urbanos (como si los portales de internet no proporcionaran ya más que suficiente publicidad de aquellos inmuebles en alquiler). Asimismo, PP y Cs también defienden mayores bonificaciones fiscales para los arrendadores con el objetivo de incentivar que pongan en alquiler un mayor volumen de viviendas, cuando el principal problema en las grandes urbes españolas no es la existencia de cuantiosas bolsas de pisos vacíos, sino la falta de stock de nueva vivienda. Los azules y los naranjas también quieren impulsar la vivienda de protección oficial con fórmulas de colaboración público-privada: a saber, la misma propuesta que la izquierda pero incorporando mínimamente al sector empresarial en la fórmula. En realidad, ninguna de estas propuestas solventa el problema de fondo desde una perspectiva realmente liberal. ¿Y cuál es ese problema de fondo? La insuficiente oferta de vivienda. ¿Y por qué falta vivienda? Pues porque los ayuntamientos limitan artificialmente la disponibilidad de suelo urbanizable y porque el planeamiento urbanístico zonifica nuestras ciudades de un modo excesivamente cartesiano y rígido (impidiendo un aprovechamiento más intensivo del suelo urbanizable). Por consiguiente, la principal propuesta que cualquier partido de derecha liberal debería efectuar habría de consistir en liberalizar el suelo. Es decir, declarar urbanizable todo el suelo español (salvo aquél que las administraciones públicas opten por calificar como no urbanizable por motivos técnicos, medioambientales, turísticos, etc.) y relajar las muy exigentes condiciones de edificación. De ese modo, el sector privado podría (sin cargar semejante coste sobre los hombros de los contribuyentes) multiplicar la oferta de vivienda para la compraventa y el alquiler, moderando (o revirtiendo) la presente escalada de precios. Por desgracia, sólo Vox se ha atrevido hasta el momento a pronunciar estas sensatas palabras sin complejos: sólo ellos reivindican liberalizar el suelo. ¿Terminarán dando ese paso PP y Ciudadanos de modo que, por fin, exista una auténtica y unificada alternativa a la negativa política de vivienda que sí posee la izquierda?