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Opinión

Buenos propósitos

Yo ya sé que no escojo el momento más oportuno para recordárselo a unos y a otros. Justo hoy que estamos esperando que diga algo la abogacía del estado sobre la inmunidad de Junqueras para poder pactar el candidato su investidura. Pero es que faltan menos de dos días para nochevieja y ya se sabe que andamos todos los españoles preparando nuestros buenos propósitos de año nuevo. En esencia, esos propósitos consisten en hacer aquellas cosas que dijimos que íbamos a hacer el año pasado y que todavía tenemos pendientes. En unos casos es la dieta, en otros dejar de fumar, en los de más allá ir al gimnasio.

Por eso, de un modo malévolo, hoy me gustaría recordar tres promesas que hizo Pedro Sánchez en el debate electoral de hace mes y medio para que le votara la gente. La primera fue una ley audiovisual para acabar con los lamentables ejemplos de televisiones públicas regionales, como TV3, secuestradas al servicio de la propaganda política del caciquismo. La segunda promesa fue prohibir los referéndums ilegales. La tercera fue, también, otra ley que impediría las repúblicas virtuales. Yo estoy seguro de que Sánchez no es un salvaje mentiroso que ha edificado toda su carrera política sobre los cimientos de engañar compulsivamente a unos y a otros, diciéndoles lo que quieren oír para luego no cumplirlo. Por tanto, doy por hecho que, en cuanto sea investido con la abstención de ERC, se pondrán, tanto él como su gobierno, manos a la obra. Será curioso ver (y no niego yo que complicado) como una presidencia saca adelante unas normas que a quien más atacan frontalmente es precisamente a aquellos que le han garantizado la investidura. Pero eso ya lo sabían antes de meterse en ese berenjenal tanto ERC como el PSOE. Así que aquí a alguien le toca un papel muy poco lucido en el nuevo año. Si yo, un pobre columnista, me he dado cuenta de ello, no me van a hacer creer que se les había pasado desapercibido a estos linces políticos.

Entiende, querido votante, la posición en que te pone exigir el cumplimiento de las promesas. La mentira quiere tratar contigo; aunque tengas tu amor propio, sé sincero con ella. Como dijo aquel: ¿verdad que se entiende? ¿Se entiende o no se entiende?