Estamos rodeados

Siguiendo la estela de lo que ha pasado en la UE, donde el llamado Pacto Verde europeo va a impregnar todas las políticas comunitarias, Pedro Sánchez ha decidido que en España «lo verde» también sea una constante de su actuación política. Esta es una de las explicaciones a la creación de la vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con su oráculo Teresa Ribera al frente; la otra es poner coto a las ambiciones expansionistas de Pablo Iglesias, que se ocupará de la llamada Agenda 2030. Las competencias incluidas en esta última y, por lo tanto, del líder de Unidas Podemos, y las de la vicepresidenta Ribera se solapan y, se pongan como se pongan, entre los unos y los otros van a saltar chispas. En resumidas cuentas, «lo verde» lo impregnará todo, incluida la política agraria, que vendrá determinada por lo que diga Bruselas y por lo que diseñen en mayor o menor medida desde Transición Ecológica. Eso, por un lado. Por otro, la actividad ganadera, especialmente la intensiva, se verá afectada por el bienestar animal, y eso depende, en principio, de la vicepresidencia de Iglesias y de la ya anunciada Dirección General de Bienestar Animal. Ya lo dice el pacto alcanzado entre el Partido Sanchista y Unidas Podemos: «impulsaremos una Ley de Bienestar Animal que introduzca mejoras en el control de los animales domésticos y en el control de la producción de animales de consumo». La actividad agraria está rodeada.