Opinión
Pesimismo
La economía española se estabiliza pero en un crecimiento mediocre. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, nuestro país no se expandirá al 1,8% –como el propio organismo había previsto originalmente– sino al 1,6%. Se trata de la mayor rebaja en la previsión de crecimiento de todas las economías ricas y que, además, nos acerca progresivamente al muy modesto ritmo de avance de la eurozona (el 1,3% en 2020). Qué tiempos aquellos en los que nuestro país prácticamente duplicaba la tasa de expansión de la zona euro. Ahora nos contentamos con apenas tres décimas de diferencia que, de acuerdo con el FMI, menguarán a sólo dos en 2021. Pero, más allá de la tristeza de que nuestro diferencial de crecimiento con Europa se reduzca (y, por tanto, también la velocidad de convergencia con el resto del Continente), lo preocupante de crecer al 1,6% durante dos años, sin un viso claro de mejoría futuro, es que nos consolidamos en unos niveles de cuasi estancamiento en los que nuestro país es incapaz de reducir la tasa de paro. Recordemos que con crecimientos entre el 1% y el 1,5%, la tasa de desempleo no desciende, sino que se mantiene aproximadamente estable. La razón es que, aun cuando generemos algunos puestos de trabajo, no generamos los suficientes como para absorber toda la nueva oferta laboral. Actualmente, la tasa de paro está anclada en el entorno del 14%, lo que duplica los niveles del resto de Europa. Que en términos de empleo nuestra recuperación pueda haber tocado techo en unas cotas tan sumamente deplorables, ya debería, por sí solo, ser motivo de escándalo y movilización social. Pero es que la realidad puede ser todavía peor: a la postre, los planes del actual Gobierno socialcomunista pasan por derogar la reforma laboral, la cual insufló un mínimo oxígeno a nuestro mercado de trabajo y permitió que, incluso con un crecimiento tan moderado como el de hoy, podamos continuar creando empleo. Pero, ¿qué sucederá si nos cargamos la reforma laboral y dejamos de ser capaces de abrir nuevas oportunidades laborales a tasas de expansión del 1% o del 1,5%? Pues que el paro no sólo no se mantendrá estable, sino que incluso se incrementará. O expresado en otras palabras, nuestra economía necesita crecer a ritmos elevados para generar suficiente empleo como para reconducir nuestras vergonzantes cifras de paro; si además sobrevuela la amenaza contrarreformista de PSOE-Podemos, nuestra economía necesitaría crecer aún más para digerir todos los destrozos normativos con los que vayan a fustigarnos. Y, sin embargo, nuestro PIB se frena cada vez más. Salvo que la coyuntura global a lo largo de este 2020 imprima un nuevo brío a la economía europea y, de rebote, a la economía española, las perspectivas de futuro de nuestros parados no van a dejar de ensombrecerse. Un drama al que PSOE y Podemos sólo saben responder de una forma: reclamando a Bruselas más margen para endeudarse. En lugar de emprender reformas estructurales que solucionen los problemas de fondo, optamos por empeorar esos problemas y tirar de deuda. Zapaterismo bis.
✕
Accede a tu cuenta para comentar