Opinión

Armas

Al parecer, Irán lleva tiempo enriqueciendo uranio para producir armas nucleares. La República Islámica siempre se ha defendido de las acusaciones internacionales al respecto alegando que no pretende producir bombas, sino tan solo generar energía nuclear con fines pacíficos. Irán ha ocultado sus intentos de crear armas atómicas, le ha ocurrido justo lo contrario que a Corea del Norte. Mientras Irán niega estar interesado en conseguir bombas —quizás ya las tiene—, Corea del Norte se jacta de poseerlas, aunque puede no ser exactamente así. Las armas nucleares, con su sola existencia, poseen un poder de intimidación casi tan efectivo como una verdadera explosión atómica. En teoría, de forma oficial, actualmente son pocos los países que disponen de armas nucleares. Durante la Guerra Fría, después de que el mundo fuese testigo del efecto de las bombas que asolaron Japón y pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial, creció la consciencia del peligro que supone el dañino armamento nuclear, y al menos se hicieron esfuerzos políticos para evitar su proliferación. Durante décadas, un delicado equilibrio mantuvo a raya la amenaza. Pero con la caída del muro de Berlín y la desmembración de la URRS, el panorama geopolítico cambió de manera drástica. Ya no resulta fácil el control. El poder se ha atomizado, valga el funesto sarcasmo. No existen dos bloques políticos compactos, y todo el mundo miente. De hecho, la mentira se ha convertido también en un arma de destrucción masiva. Lo más irónicamente dramático fue que la Guerra Fría concluyó, de alguna manera, pocos años antes de la caída del muro de Berlín: cuando tuvo lugar la catástrofe nuclear de Chernóbil, en Ucrania (antigua URRS), en una central nuclear llamada (doble ironía) Vladímir Ilich Lenin. De modo que los desastres producidos por la energía nuclear —las bombas atómicas y el accidente de una central nuclear: el aspecto bélico y el “civil” de la energía nuclear— abrieron y cerraron trágicamente el periodo histórico de la Guerra Fría… En Occidente siempre ha habido quien defienda que países como Irán tienen derecho a la bomba atómica. Sin embargo, hace pocos días, un avión ucraniano fue derribado “por error” con un misil iraní (176 muertos). Una tragedia más que demuestra porqué los locos y los idiotas no pueden tener armas nucleares. Ni de las otras.