Opinión

Invasión china

Desconozco si en Madrid se habrá notado mucho la afluencia de turistas procedentes de China durante los últimos días, pero en la Isla Sur de Nueva Zelanda, desde donde escribo, eran multitud y lo tenían todo copado. Y no eran chinos que viviesen en este país que ocupa nuestras antípodas, no, sino que habían llegado desde sus ciudades de origen, formando parte de la que es la mayor migración que se da en el mundo, con motivo de la celebración del Año Nuevo Chino, el sábado pasado. Es verdad que China tiene 1.409 millones de habitantes, seguida muy de cerca por la India con 1.388. Pero las cifras siempre son frías y uno no se da cuenta de verdad de lo que pueden llegar a suponer hasta que no se ve rodeado por una multitud de chinos y chinas, siguiendo las tesis de Carmen Calvo y el Gobierno de socialistas y comunistas que manda en España. Y es que nos tienen sitiados, y no solo con sus productos y mercancías, que era lo que más notábamos hasta ahora. Pekín dista de Madrid poco más de 9.000 kilómetros y once horas de vuelo directo, mientras que Wellington, la capital de Nueva Zelanda, se encuentra a unos 10.600 kilómetros y más de trece horas de vuelo. A pesar de que está más lejos que España, los chinos se desplazan masivamente hasta esta tierra, llamada Aotearoa en maorí, y aquí sí que se nota su presencia. Parece como si todo el país, o por los menos sus centros turísticos, fuesen un gran polo Cobo Calleja.