Opinión

Redondo e Iglesias

Estamos en manos de Iván Redondo y de Pablo Iglesias, que tienen controlado a Pedro Sánchez. Esa es la realidad, tal y como la veo en función de las informaciones de las que dispongo. Es lógico que todo pase por la mesa del director de Gabinete de la infectada Moncloa, el todopoderoso, y en estos días más todavía, Iván Redondo. Ahora bien, lo que ya no resulta tan lógico y comprensible es que los textos de los Reales Decretos deban ser supervisados hasta el mínimo detalle antes para ver «la venta» que se hace de los mismos desde el punto de vista de la comunicación. Es lo que tiene el haber puesto al frente de ese aparato tan poderoso a un experto en comunicación y marketing político. Luego, pasa lo que pasa, que los textos legales se retrasan y llegan al BOE plagados de errores, en el último minuto, poco antes de la media noche, mientras responsables de empresas grandes, pequeñas y medianas y autónomos están pendientes de la web del BOE para saber si pocas horas después van a poder abrir sus instalaciones, o no. Y el citado Redondo haciendo piña con el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, algo que sucede desde hace unos meses, cuando cerraron su famoso pacto. El mismo Iglesias que no puede aguantar sus «ansias estatalizadoras» en cuanto tiene la más mínima ocasión. Y, mientras tanto, los empresarios que son los que tendrán que tirar del carro y crear empleo, orillados y dejados de lado. El enfado de muchos de ellos no conoce límites estos días porque «simplemente no hay gestión» o la «poca que hay es nefasta».