Opinión

Los irresponsables de siempre

El dato diario de las muertes por coronavirus en España sigue estremeciéndome. Rebasamos ya los 26.000 fallecidos en solo dos meses de pandemia. Es verdad que hace varias semanas amanecíamos con ochocientas víctimas mortales de media, y hoy rondamos las doscientas. Parece urgente luchar, también ahora, contra la debacle económica que este drama conlleva, con un paro vaticinado del 20%. Resulta vital abrir puertas.

Se nos va achicando -a base de confinamiento y sacrificios- el perímetro de este horror sanitario, sin vacuna a la vista. A día de hoy, según los virólogos, tenemos 15 veces más casos de coronavirus en nuestro territorio que cuando se decretó el estado de alarma. Por esa misma regla de tres, hoy es mucho más probable que salgamos a la calle y nos contagiemos. En este peligroso contexto, con los hospitales aún recuperándose de las avalanchas en las UCI y sus profesionales contagiados por miles, nos disponemos a iniciar una desescalada que, si no afrontamos con la máxima responsabilidad, puede hacernos retroceder bruscamente al punto de partida.

Se nos implora una prudencia en las calles que aún dista mucho de nuestro modus operandi. Algunos no acaban de enterarse de que hay que guardar las distancias, llevar mascarilla, respetar las normas. ¿Qué más tiene que pasar para dejar de recibir cada día, en las redacciones, imágenes de botellones y de reuniones festivas?

A todo esto, un equipo de sabios desconocidos, escogidos por el Gobierno, va a decidir qué núcleos urbanos pasarán a la próxima fase del desconfinamiento. No nos facilitan sus identidades «para que trabajen libremente». ¿Qué pasa con nuestro derecho a conocerles? Estamos en sus manos, caminando a ciegas. Esperando que acierten. Gestionados por un Ejecutivo que necesita mantener el estado de alarma para sujetar a determinadas fuerzas políticas que miran más por sus votos potenciales que por el bien común. Tampoco esos partidos parecen darse cuenta de la gravedad de la situación. Sus siglas ya las conoces. Igual de irresponsables que el individuo que se salta a la torera las restricciones. Cuando todo esto pase habrá que pedirle cuentas al Ejecutivo por sus negligencias, pero ahora ese socio que le dice a Sánchez «elige entre Ciudadanos o nosotros», ése es igual de irresponsable que el ciudadano multado. Por sus actos les conoceréis.