Opinión

Francisco Fonseca no se entera

Uno pensaba que para ser alto cargo de la Comisión Europea era necesario saber leer. He comprobado que no es así. Francisco Fonseca, el director de la Representación de la Comisión Europea en España, pretendía responder a las columnas de opinión publicadas en estas mismas páginas tituladas «¿Dónde está el comisario I y II?», pero no lo hizo. ¿Por qué no respondió a esa pregunta? Deduzco que, o no sabe leer, o escribe sin haber leído los textos. La cosa es muy sencilla, señor Fonseca: ¿dónde ha pasado el comisario de Agricultura estos dos meses largos de confinamiento? ¿Ha estado en Bruselas o en su Polonia natal? ¿Ha vuelto ya a Bruselas, y cuándo lo hizo, o sigue en su país? ¿Participó de forma presencial, como la mayor parte de los comisarios, en la reunión semanal de la Comisión Europea celebrada el pasado miércoles, o lo hizo de forma telemática? La primera es la pregunta que he venido planteando, que concreto ahora con las restantes, y a la que el señor Fonseca no ha respondido. Como bien sabe el digno director de la Representación de la Comisión Europea en España, porque él lo ha practicado mucho a lo largo de su carrera profesional, el «pasilleo» con presencia física en Bruselas es muy importante, especialmente cuando se preparan propuestas o comunicaciones importantes, como las que se aprobaron por los comisarios la semana pasada. Los agricultores y ganaderos se jugaban mucho en el contenido de esos documentos y, por eso, era necesaria la presencia física del comisario de Agricultura. Espero que el señor Fonseca tenga tiempo para responder a estas preguntas y a otra más: ¿cómo va su «pasilleo» para continuar durante varios años más en su actual puesto, más allá de la fecha de su jubilación? De su gran sueldo y de la «bicoca» de su pensión futura hablaremos otro día.