Opinión

Los eurodiputados, a golpes

Por si el proceso de negociación de la Política Agrícola Común (PAC) del futuro no fuese ya de por sí bastante complicado, ahora los eurodiputados han decidido poner todavía más palos en las ruedas. Vamos por partes: la próxima PAC va a tener carácter agrícola, pero también un carácter marcadamente verde y medioambiental. Así lo recogen las propuestas presentadas en su día por la Comisión Europea, cuya parte «verde» se ha visto reforzada con los objetivos recogidos en las estrategias de «la granja a la mesa» y biodiversidad horizonte 2030. Y ahí es dónde surge el problema: ¿cuál de las comisiones del Parlamento Europeo es la competente en la materia, la de Agricultura o la de Medio Ambiente?

Las negociaciones entre los eurodiputados miembros de las mismas para llegar a una posición de compromiso sobre ciertos artículos de la propuesta de reforma en los que hay competencia compartida comenzaron el pasado mes de marzo.

Sin embargo, la semana pasada los miembros de la Comisión de Medio Ambiente rompieron los contactos con sus colegas de la de Agricultura. Si esta posición se mantiene, cada una de ellas presentará sus propias enmiendas de compromiso, que se llevarán por separado al Pleno del Parlamento Europeo, que será el que tenga la última palabra. Esta situación es algo que se veía venir y situará al sector agroalimentario ante otra prueba de fuego: comprobar quién tiene más fuerza, si los eurodiputados «verdes» o los agrícolas.

Y es que el Parlamento Europeo tiene muchos poderes en asuntos presupuestarios y también en los propios de la PAC, algo que se olvida con bastante más frecuencia de la que se debiera.