Opinión

Sánchez: de cuatro a uno

Con Pedro Sánchez en el poder, España ha pasado de tener cuatro directores generales en la Comisión Europea a contar con solo uno desde hoy. Y este puesto, el de más rango en el escalafón de los funcionarios comunitarios, solo por debajo de los comisarios, es de vital importancia en el funcionamiento de la cadena de mando y de influencia en Bruselas. La primera baja fue precisamente la de Nadia Calviño, que se vino para España cuando Sánchez formó su Gobierno; hasta entonces era directora general de Presupuestos en la Comisión Europea. Pocos meses después, en septiembre de ese mismo año, cesó por jubilación Xavier Prats, que era el director general de Salud y Seguridad Alimentaria. Luis Romero desempeñaba hasta ahora el puesto de director general del Servicio Jurídico de esta institución y también se ha jubilado. Ha sido sustituido por Daniel Calleja, que hasta ayer era director general de Medio Ambiente. En resumen, que este último es el único que se queda en un puesto de esta categoría. Está muy bien eso de que Pedro Sánchez apueste por Nadia Calviño para presidir el Eurogrupo. Teóricamente eso daría más peso a España dentro de la zona euro y también dentro de la UE. Pero resulta contradictorio con el hecho de que durante los dos últimos años desde La Moncloa no se haya prestado atención a la pérdida de peso e influencia en la auténtica sala de máquinas de la Comisión Europea. Repito por si no ha quedado claro: en el mandato de Sánchez hemos perdido tres directores generales de cuatro.