Abstención

La moción de censura de Vox es un acto puramente simbólico. No tiene capacidad política para tumbar al Gobierno y, por tanto, sólo pretende trasladar un mensaje al conjunto de la población: censuramos la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y ofrecemos como alternativa un Ejecutivo presidido por Santiago Abascal. Se trata, por tanto y como ya sucediera con la fallida moción de censura de Pablo Iglesias contra el Gobierno de Rajoy, de un acto de campaña electoral financiado a cargo del contribuyente: una forma de colocar los focos sobre Abascal para posicionarse como líder de la oposición frente a Casado (al igual que en su momento Iglesias lo intentó con respecto a Sánchez). ¿Qué debería en este contexto hacer el PP? ¿Votar a favor, en contra o abstenerse? Por un lado, si la moción fuera únicamente para censurar a Sánchez, evidentemente el PP debería apoyarla: la acción del Gobierno durante los últimos meses ha sido del todo calamitosa desde cualquier punto de vista (económico, político, social o sanitario). Pero, por otro, no olvidemos que en España las mociones de censura tienen un carácter constructivo, esto es, no sólo se vota para censurar al Gobierno existente sino también para impulsar a un nuevo presidente que, en este caso, sería Santiago Abascal. De ahí que, por un elemental ejercicio de coherencia política, el PP de Casado no puede votar en ningún caso a favor de la moción de censura promovida por Vox: en tal caso, estaría reconociendo que su candidato para presidente del Gobierno es Abascal y su programa de gobierno, el de Vox, cuando obviamente no lo es. La cuestión, por consiguiente, es si el PP debería abstenerse o votar en contra. Oponerse a la moción de censura conllevaría, implícitamente, darle un espaldarazo al Ejecutivo de Sánchez e Iglesias, esto es, estaría diciendo que tiene una fuerte preferencia por Sánchez como jefe de Gobierno frente a Abascal, algo que probablemente tampoco encaje en las preferencias del electorado popular. Y siendo así, la mejor opción pasa por la abstención: censurar a Sánchez al tiempo que se rechaza como opción preferente de gobierno a Abascal. Cualquier otra decisión supondría defraudar a su electorado: uno que rechaza a Sánchez pero que apuesta por Casado como alternativa.