Opinión

Recular

El gobierno recula: los niños sí podrán salir a pasear. El gobierno recula: sí dejará salir a menores de 14 años. El gobierno recula: no vinculará las subvenciones para trasplantes al déficit. El gobierno recula: decretará el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos. El gobierno recula: subirá las cuotas de los autónomos. El gobierno recula: no cerrará parques infantiles. El gobierno recula: veta los tránsitos desde Euskadi a las comunidades vecinas. El gobierno recula: y pacta con Ciudadanos (que Dios los tenga en su gloria) que la prórroga sea de solo 15 días. El gobierno recula: espera no dar por perdida la temporada de verano (algunos no la perdieron, volvieron bien morenazos). El gobierno recula: amplía la ocupación de las terrazas de verano. El gobierno recula: permitirá a los alcaldes gastar el margen del déficit. El gobierno recula: no sabe si aislará a los infectados sin síntomas. El gobierno recula: no prohibirá las rebajas. El gobierno recula: estudia rebajar el IVA de las mascarillas (al parecer, sigue estudiando…). El gobierno recula: el nuevo Estado de Alarma (no será de los 10 años previstos) durará 15 días tras pactarlo con Cs. El gobierno recula: ahora da por buenas las cifras de Madrid. El gobierno recula: levanta el toque de queda (porque suena feo)… Etc. He hecho la prueba: he puesto en Google el mantra, la fórmula mágica, “gobierno recula” y me han salido ¡trescientos cincuenta mil resultados en 30 segundos! En vez de “El gobierno regula”, estamos en la era de “El gobierno recula”. La impresión que tendrán los historiadores del futuro (aunque dudo muchísimo que pueda haber un futuro, y sobre todo historiadores) será que este multitudinario gobierno ha sabido recular bien, como un aprendiz de conductor de camiones. ¿Impericia, indecisión, volubilidad…? Por supuesto, pero también buena táctica: anunciar máximos, aterrar a los ciudadanos, y luego rebajar exigencias, de manera que nadie proteste porque, en comparación con la primera andanada de reglas, decretos, mandatos y órdenes “en máximos”, la segunda un poquito rebajada transmite la idea de que el gobierno nos está haciendo un favor. (¡Gracias!). (Emoticono de manitas rogando).