Opinión
Podemos desinforma con el SMI
Es bien sabido que Podemos exhibe una irresistible tendencia a interpretar los datos de manera torticera para encajarlos dentro de su relato ideológico. Un claro ejemplo de este comportamiento lo hemos experimentado recientemente cuando conocimos la evolución de la distribución de los salarios en el año 2019, esto es, el ejercicio en el que el salario mínimo interprofesional (SMI) se elevó hasta los 900 euros mensuales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), los salarios más bajos de la economía (los deciles primero y segundo) crecieron más de un 10% en 2019, lo que contribuyó a elevar los salarios medios a su nivel más elevado desde 2006 y, al mismo tiempo, a reducir la desigualdad salarial. Blanco y en botella, pues: la medida consensuada en su momento entre PSOE y Podemos, y a la que tanto se opusieron las «derechas mediáticas», ha obrado grandes resultados y merece ser anotada como un logro más de esta coalición política. Pero no, los datos recién publicados no permiten en absoluto llegar a esta conclusión (tampoco a la contraria: simplemente no aportan información relevante para la cuestión planteada).
¿Por qué razón? El salario medio por franja de población se calcula en función de las personas que cuentan con empleo dentro de esa franja poblacional: si, tal como nos tememos algunos, el salario mínimo contribuye a destruir el empleo de una parte de aquella población que supuestamente tenía que verse beneficiada por el mismo, entonces es lógico que los salarios medios se incrementen.
Por ejemplo, imaginemos tres personas: una cobra 800 euros al mes, otra 900 y otra 1.000… el salario medio son 900 euros. Si el salario mínimo pasa a ser de 900 euros al mes, entonces caben dos posibilidades: que quien cobraba 800 euros pase a cobrar 900, en cuyo caso el salario medio se incrementará hasta los 933 euros mensuales; o que quien cobraba 800 pase a engrosar las listas del paro, en cuyo caso el salario medio pasará a ser de 950 euros al mes (pues sólo promediaremos los salarios de 900 y de 1.000). O expresado de otro modo: ¡cuanto más empleo destruyan las leyes de salario mínimo, más aumentarán los salarios medios!
Lo anterior no significa necesariamente, claro está, que el aumento del SMI decretado en 2019 haya sido netamente negativo para los ciudadanos: tan sólo significa que, por ahora, no tenemos datos para afirmar ni una cosa ni la contraria. Que los salarios más bajos hayan subido y que la desigualdad salarial se haya reducido en 2019 son hechos compatibles tanto con que el salario mínimo no haya destruido empleo como con que lo haya hecho en unas enormes magnitudes. Como de costumbre, Podemos desinforma: pero esa desinformación no será perseguida por su propio Gobierno.
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