Opinión

Estados Unidos, China y el Brexit

Me sorprende que en el goteo de nombramientos que está anunciando Biden, el presidente electo de Estados Unidos, no haya aparecido todavía ninguno de los relacionados con el comercio internacional, asunto que ha sido prioritario para Trump. Es necesario que el futuro inquilino de la Casa Blanca concrete cuál va a ser su política comercial, instrumento clave en el marco más amplio de las relaciones exteriores, por un lado, y de la política económica, por otro. La época Trump se ha caracterizado por los conflictos continuos, bien sea mediante el bloqueo en la práctica de la Organización Mundial de Comercio (aunque desde Washington ya se ha anunciado una vuelta al multilateralismo) o las guerras, ya sea con la UE o con China, entre otros bloques o países. Precisamente la llega de Biden al poder va a tener lugar pocas semanas después de que China y otros estados asiáticos y del Pacífico, como Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Tailandia (solo falta India entre los grandes), hayan firmado el acuerdo comercial que afecta a más población del planeta, casi un tercio más o menos. Con este instrumento China se convierte en más potencia si cabe y el eje del mundo se traslada todavía más a este océano, dejando al Atlántico y a Europa en una segunda posición. Y, ya que estamos con las cuestiones comerciales, pasan los días y no se cierra el acuerdo entre la UE y el Reino Unido sobre el Brexit. El 1 de enero de 2021 está a la vuelta de la esquina y, además de alcanzarse ese pacto, habrá que ratificarlo con posterioridad por las instancias que corresponda. No queda tiempo ya y todo apunta a un Brexit por las bravas, lo que no sería malo, sino peor.