Opinión
A los responsables, colaboradores necesarios (II)
Respecto a la ESCOLARIZACIÓN EQUILIBRADA, hay que reconocer que no existen guettos en la enseñanza concertada, y si existe en algún centro, y ustedes lo pueden probar, apliquen la ley y le sancionen, por incumplimiento del concierto educativo. Pero no esparzan acusaciones generales cuando son falsas. Los centros concertados quedan sujetos, de manera implacable, a la normativa que sale de la propia.
Administración. Ningún centro ni directa ni indirectamente selecciona a su alumnado, porque es materialmente imposible. Es más, me atrevo a decirle, que, concretamente, en todos los colegios diocesanos de Valencia, por ejemplo, el compromiso por los más desfavorecidos es incuestionable –algunos de ellos son ejemplo vivo para todos los colegios, por supuesto, también los estatales– y no se puede permitir la más mínima sombra al respecto, pues sería una injuria.
Por supuesto que atender a la demanda social es incuestionable. Los responsables de la educación de sus hijos son sus padres, no el Estado ni las Administraciones. Por tanto, son los padres los que deben elegir centro, y para elegir centro, debe haber oferta, y para que haya posibilidad de elegir deben promoverse las condiciones para que esa libertad de enseñanza sea real y efectiva, y a ello contribuye lo dispuesto en el artículo 27.9 de la Constitución, que el mismo Tribunal Constitucional se ha encargado de decir que no es una declaración meramente retórica de intenciones, sino un compromiso de los poderes públicos. En caso contrario, la libertad de elegir queda debilitada a aquellas familias que no tienen suficiente poder adquisitivo, porque quien tenga suficiente poder adquisitivo llevará a sus hijos donde le dé la gana, faltaría más. Pero quien no lo tenga, tendrá que llevarlos forzosamente a la escuela de iniciativa de la Administración, quiera o no.
Respecto a los centros de EDUCACIÓN ESPECIAL, también lo tienen ustedes aún más fácil, simplemente escuchen a las familias implicadas, escuchen a los padres que tienen a sus hijos en esta situación y háganles caso.
Respecto a la PROGRAMACIÓN GENERAL DE LA ENSEÑANZA, ajústense a lo establecido en la Constitución, en el artículo 27.5, donde se establece que los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza. Pero donde también se dice claramente que esa programación no se hace únicamente por la Administración, puesto que entonces se está limitando la propia libertad de enseñanza, se hace un monopolio educativo, lo cual es tremendamente peligroso. Esa programación general de la enseñanza debe hacerse, según el artículo 27.5 CE, con participación efectiva de todos los sectores afectados y teniendo en cuenta la libertad de creación de centros docentes, del artículo 27. 6 CE.
Ustedes lo tienen facilísimo respecto a la LENGUA VEHICULAR DE LA ENSEÑANZA: ajústense al artículo 3 de la Constitución, donde dice que el castellano es la lengua oficial del Estado, donde se dispone que todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla, y donde se dice que las demás lenguas serán también oficiales en las Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. El castellano es lengua oficial y, por tanto, ha de ser obligatoriamente lengua vehicular en la enseñanza, se quiera o no. Usted sabe que hay jurisprudencia del Tribunal Constitucional en este sentido.
EN CONCLUSION, Sr. Secretario Autonómico de Educación, apreciados y estimados responsables y colaboradores necesarios de la aprobación de la LOMLOE tengan en cuenta, aún es tiempo, de escuchar a toda la comunidad educativa, a todos los sectores afectados. Hubieran debido advertir que la prisa en esta ley es mala compañía, porque una vez más demuestra la inmadurez de la propia ley, una inmadurez que provocará su inmediato cambio cuando se produzca alternancia en el Gobierno. Y, por último, ¿qué responden a que junto a la prisa se haya tramitado y aprobado esta ley tan trascendental para la libertad, precisamente, en el tiempo de la pandemia, en la que, entre otras cosas, sin duda, algunas de las libertades se ven limitadas? ¿Pura casualidad y coincidencia, o algo más: intención, cálculo y estrategia, manera de ser y actuar autoritario y dictatorial? ¿Por qué tanto miedo a la libertad? ¿Cuándo entenderán que la educación, la educación integral de la persona ha de contribuir a hacer hombres conscientes, libres, críticos y creadores, abiertos a la trascendencia, a Dios, a la razón, de la que se ve a sí misma inseparable de la fe, como han señalado muchos tan sabiamente, y cargados de razón y gran talla de pensamiento, como por ejemplo, los Papas San Juan Pablo II y Benedicto XVI, Francisco? ¿Les vamos a negar a estos grandes pensadores su defensa que hacen del hombre al reconocer proclamar esta verdad que ha puesto al hombre en dinamismo creador en la historia del hombre? Por todo lo dicho, amable y respetuosamente, con toda amistad, les ruego que repiensen su actuación y rectifiquen: aún están a tiempo. Muchas gracias.
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