Opinión

Derecho de veto

La postura de la ministra de Economía, Nadia Calviño, en el asunto de la subida del salario mínimo interprofesional resulta muy clara: si los agentes sociales no se ponen de acuerdo al respecto, es mejor aparcar temporalmente la subida. El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha protestado señalando, no sin parte de razón, que «decir esto es tanto como otorgar derecho de veto a CEOE», puesto que si la CEOE se niega a pactar subida alguna, el salario mínimo no aumentará. Sucede que, como ya le reproché yo mismo al propio Sordo desde Twitter, semejante queja es un tanto hipócrita, porque lo que le gustaría al líder de CCOO es que fueran los propios sindicatos quienes tuvieran derecho de veto: si no es posible acordar una congelación del SMI –porque los sindicatos se niegan a ello–, ¿deberíamos incrementar el SMI otorgando, de ese modo, un derecho de veto a los sindicatos contra la CEOE? Y la respuesta que al respecto me ofreció Sordo digamos que no resulta demasiado persuasiva: «Si no hay acuerdo en una mesa de diálogo social (o en cualquier negociación), el Gobierno debe arbitrar una salida y su propuesta. Pero si se alinease con la posición de máximos de una parte, estaría incentivando el desacuerdo». Sucede que cuando, en 2019, el Gobierno se alineó con la propuesta de máximos de los sindicatos –subir el salario mínimo un 23%– en contra de la oposición frontal de la CEOE, a Sordo no pareció importarle esta clarísima parcialidad del Ejecutivo. No se le escuchó entonces quejarse de que la CEOE acudiera desarmada al «diálogo social» puesto que ese diálogo social estaba sesgado hacia su posición negociadora. Y estaba sesgada porque ésa era la que en aquel entonces le interesaba promover al Gobierno. Ahora las tornas han cambiado –no por capricho, sino tras experimentar la mayor caída del PIB desde la Guerra Civil– y el Gobierno –o la parte más sensata dentro del mismo– también ha modificado su posición original alineándose no con los sindicatos (como en 2019) sino con la CEOE. ¿Por qué no debería hacerlo si considera –acertada o erróneamente– que ése es el camino correcto como consideraba –acertada o erróneamente–que en 2019 lo era subir el SMI? Victimismo hipócrita el de los sindicatos.