Comunidad de Madrid

Los que quieren ser Ella

Resulta que la negociación de los Presupuestos está alentando las expectativas sobre una posible remodelación de gobierno

Me preguntaban esta semana que si había tomado nota de que en el mismo consejo de gobierno se sientan la presidenta; el ex presidente que siempre querrá serlo; el vicepresidente que lo quiere ser, y lo dejó firmado en el acuerdo de gobierno –si ella se marcha, él la sustituye-; y el que a punto estuvo de serlo, y así sonó y mucho, muchísimo, en la planta noble de la sede nacional del partido para sustituir a la otra presidenta.

Pero es que luego, pensando, resulta que en ese consejo de gobierno también se sienta el que en la sede nacional quieren que se convierta en presidente, sobre todo porque es del gusto del «número dos» del partido; y el que siempre se ha creído más listo que cualquier presidente/a, e incluso jugó en 2019 con la idea de ser candidato.

Y si sigues mirando la foto del consejo, también están los «entredoses» del poder: ella y él, los dos, en teoría, del socio de gobierno, pero que le hacen el juego a la presidenta para ver si así se aseguran el futuro, mostrando una sonora deslealtad hacia el vicepresidente. Como pieza suelta, está el que dicen que es «el mejor», el que aguanta por lo que le quieren en la sede nacional, aunque no sea de la confianza de la presidenta.

Este Gobierno tiene una noticia política importante en proceso de cocción porque se sostiene todavía con los Presupuestos que recibió en herencia en 2019, pero está en trámite de negociación de las cuentas para el 21 con el socio externo. Deben pactar cuanto antes mejor, porque este ejercicio será para todas las Administraciones, también para el Gobierno de Sánchez, mucho más fácil de manejar por la expansión del gasto público, que ampara la crisis sanitaria, que el del 22, cuando a todos les llegará el momento de apretarse el cinturón por imposición de Europa.

Y resulta que esta negociación de los Presupuestos está alentando las expectativas sobre una posible remodelación de gobierno, obligada por el socio externo, que exige poder apuntarse el tanto de reducir el número de asientos en la estructura del consejo de gobierno. Aunque al socio externo le valdría con poder colgarse la medalla de un adelgazamiento de la estructura administrativa, a pesar de que presidenta y vicepresidente no prescindan de ninguno de sus alfiles. Así lo va contando la portavoz. Como muy tarde, el pacto debería quedar hecho a principios de marzo.