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El trípode
Que Sánchez fuera acusado de ser «partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución», sin duda marca un «antes y un después» en el debate político
Sesión muy dura en el Congreso, tal y como se preveía, en línea con la crudeza de la actual situación política, muy agudizada con los tremendos casos de corrupción que rodean a Sánchez. De esa sesión hay una novedad con un titular muy destacado y surgido de esa comparecencia, que es aflorar en el debate político la cuestión de los negocios de explotación de prostíbulos muy cercanos a Pedro Sánchez. Anunciar desde el primer momento que su Gobierno va a llevar al Congreso una ley para prohibir la prostitución ha generado que ese asunto –muy presente en los comentarios a nivel privado–, adquiera carta de naturaleza política a partir de ayer, tras la última intervención de Feijóo, quizás la más contundente que se le recuerda. El polarizado ambiente se reflejó en el Congreso, aunque los socios de Sumar se muestran muy satisfechos, considerando que sus cinco carteras ministeriales no corren peligro, de momento. La coalición social comunista «progresista», como le gusta calificarla a Sánchez, parece gozar de una «mala salud de hierro». En cuanto a sus aliados parlamentarios, tampoco aportaron muchas novedades. La debilidad de su capitán incrementa la rentabilidad de sus apoyos, por lo que Bildu y el PNV, por un lado, y ERC y Junts, por el otro, seguirán manteniendo a esa progresista coalición… mientras no haya «novedades». Lo que, ante las diversas causas judiciales abiertas, es una eventualidad más que posible. El «y tú más» de Sánchez –acusándole de encubrir la corrupción en el PP con la pareja de Ayuso, además de su relación con el narcotraficante Dorado– propició que Feijóo le respondiera cruzando la línea roja, –y un auténtico tabú–, de los prostíbulos de su suegro y de los que «él se beneficiaba». Sobre esa cuestión, hay que recordar que la prostitución por desgracia está muy presente en la actualidad política, desde los casos del Tito Berni y de Ábalos y Koldo y en un PSOE y un Gobierno que continuamente esgrime el feminismo como un signo de su identidad política, por lo que algún día tenía ese tema que adquirir carta de naturaleza, pública y publicada. Que Sánchez fuera acusado de ser «partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución», sin duda marca un «antes y un después» en el debate político. En coherencia con esta situación, ayer se hizo público que el abogado Teijelo,–en cuyo despacho profesional la fontanera Leire convocó una reunión muy propia de la mafia para desprestigiar a la UCO–, asume formalmente la defensa de Santos Cerdán. Y pretender que en este clima de crispación, la legislatura pueda prolongarse durante dos años más, es un imposible.
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